Cuidado. Ten cuidado al decir que nuestra historia terminará con final feliz, porque andas mal encaminado. No te confundas: quizás te equivocas. Sin el quizás. Y no me malinterpretes: por poder, puedes cometer errores, pero que no te frenen. Me habré equivocado mil veces y más, pero nunca he dejado de intentarlo. Jamás me he rendido. Asà que no te rindas tampoco al saber que esto no será tal y como lo pintas, aun sonando lo bien que suena.
Pero es asÃ: no tendremos final feliz. Tras escuchar esto, tienes dos opciones: huir o quedarte. Y antes de decidir, de huir y de escapar dándome la espalda, te recuerdo que nuestro planeta es redondo: nos reencontraremos. Más temprano que tarde. Asà que dejémonos de opciones y apostemos. Apostemos como cuando toda esta novela comenzó, ese momento en el que tantas ganas tuve de huir: estrenar sentimientos es de lo más peligroso que hay. Aun asÃ, apostamos, y aquà seguimos. Dando un paso tras otro, con ideas de futuro y recuerdos del pasado. Con botellas vacÃas, llenas de mensajes, sobre la mesa. Y sé que no los ves, pero ahà están. Diciéndote a gritos que no hay final feliz. Cada dÃa más. Y sin ningún cuidado.
Ten cuidado, que yo también lo tengo. Ten cuidado al pensar que la noche supera al dÃa o que los sueños no son más que sueños. Quizás te sorprendas. Tú ándate con ojo, mejor, al decir que quieres huir o que te puede el miedo, pues es peor el remedio que la enfermedad.
Lo difÃcil no es el miedo, sino borrar la tan marcada huella de ese paso que no llegaste a dar. Lo difÃcil no es empezar, sino terminar. Y lo nuestro no termina. Lo nuestro va de huellas que jamás se borrarán, de sueños que se han de cumplir y de noches que terminarán de dÃa. Lo nuestro serán equivocaciones continuas con soluciones sin rendiciones. Y sÃ: también serán las botellas vacÃas llenas de mensajes. Descorchadas sin ningún cuidado. Pero yo sà que tengo cuidado. Cuidado por cuidarte, cuidado por las botellas.
Las botellas vacÃas, llenas de mensajes, que descorchan sentimientos y momentos. OlvÃdate ya de finales felices: los finales felices no son finales. Asà que cuidado… que a lo nuestro aún le queda. Y no tiene final feliz.