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Un sol muy rentable

   

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A. D. | Santa Cruz de Tenerife

Sacarle rentabilidad tecnológica al sol. Esa fue la premisa que llevó al Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) del Cabildo de Tenerife a adentrarse hace casi 10 años en el desarrollo tecnológico de la energía fotovoltaica. La “excusa” fue el impulso estatal que se inició en 2005 con la intención de extender el acceso a esta energía “limpia” en todo el país. Desde entonces -y a pesar de los cambios normativos que se han producido- no ha cesado en su empeño de situarse a la vanguardia mundial en este tipo de investigaciones. El instituto ha instalado ya en Tenerife 41 MW, el 38% del total de la Isla, y sigue persiguiendo el mismo objetivo que entonces: convertir la luz solar en electricidad a un coste asumible.

Hasta mediados de la primera década del siglo, el ITER había centrado su esfuerzo en la energía eólica en el Archipiélago. Cuando el Gobierno central comenzó a incentivar la fotovoltaica, esta institución se esforzó en generalizar el acceso. Luego el Gobierno central dio marcha atrás, perola hoja de ruta ya estaba trazada: en un territorio como las Islas, con tantas horas de luz sol, la inversión en innovación en este campo era, y es, una necesidad. Esta apuesta incide en el grado de sostenibilidad de una sociedad: solo en 2013 la producción llegó a los 71.062MWh y los parques fotovoltaicos evitaron la emisión de 39.464,52 toneladas de CO2 a la atmósfera. Se estima que la generación de electricidad que se logró durante ese año equivalió al consumo de 84.120 personas.

El laboratorio de Fotovoltaica del ITER (SiCellLab), donde trabajan seis personas, tiene una superficie de 390 metros cuadrados y está ubicado en una de las naves con cubierta fotovoltaica de conexión a red instaladas en terrenos del ITER. Este espacio de investigación se compone de dos áreas: la de fabricación (sala limpia)y la de caracterización. Actualmente su actividad está dirigida a procesos fabricación y caracterización basados en tecnología de silicio y capa delgada, pero sus dimensiones y su carácter modular le confieren flexibilidad y adaptabilidad a nuevos procesos, lo que lo convierte en un espacio idóneo para proyectos de I+D+i abarcando un amplio rango de registros.

Uno de los principales proyectos que se ha llevado en este laboratorio es Fotosil, que consistió en fabricar células fotovoltaicas de silicio de bajo coste más eficientes, mediante tecnología de células de tercera generación, con el fin de mejorar la absorción de fotones y poder obtener emisores más eficientes. Es decir, que la energía solar sea más baratas en tiempos donde no priman las subvenciones.

Gracias a estas investigaciones se han encontrado nuevos caminos y procesos de fabricación que pueden resultar muy interesantes para la reducción de la ratio coste-eficiencia. Actualmente se trabaja dentro una nueva línea de investigación basada en materiales emergentes y más concretamente aquellos que, por su estructura cristalina, reciben el calificativo de perovskitas. Este tipo de minerales materialesse conocen desde hace más de un siglo, pero no fue hasta hace cinco años cuando destacaron en el mundo de la fotovoltaica, con el diseño de un nuevo dispositivo, capaz de convertir radiación solar en electricidad con un 3,8% de eficiencia. En la actualidad estos dispositivos han superado las expectativas de los expertos, llegando a valores de eficiencia superiores al 20%. Este rápido crecimiento sin precedentes en el resto de tecnologías fotovoltaicas, el bajo costo de los materiales y las técnicas de procesado, así como su simplicidad, demuestran que el sol es más rentable aún de lo que se piensa. Solo hace falta seguir invirtiendo en I+D+i.