Razonablemente dudoso – Por César Martín

Todo es justificable, y cuando digo todo es todo, porque siempre hay una razón, una explicación, un móvil. Cuando queremos buscar los argumentos somos capaces de cualquier cosa. Por muy rocambolesca que sea la intriga atamos cabos, razonamos el plan, las argucias necesarias para que sea plausible. La mentira es una herramienta más dentro del proceso, porque el fin justifica los medios, no importa cuales sean, ética o moral no entran en el juego. ¿Por qué? Pues simplemente porque un concepto de deidad nos invade. En nuestras consumada sapiencia pensamos que si algo ha sucedido es por un motivo y si encaja en nuestro sentido del bien y del mal, hay que admitirlo como válido. Somos dioses y dueños del destino que nos hemos trazado, o nos sigues o nos persigues; no hay tiempo para dualidades. Y quienes no lo entienden se equivocan, están en el error, no ven más allá de lo que no tiene sentido.

Viven instalados en una nube de incoherencias y fallos. Por eso es necesario que los poseedores de la verdad les quiten la venda, aunque para ello haya que recurrir a la fuerza o la imposición. O entras, o sales, pero si te vas ya sabes las consecuencias. Es una cuestión de interés general, la raza ha de pervivir y es importante ajustarse a los cánones. ¿Quién los dicta? Los líderes de la manada, que de una manera u otra han logrado imponer los criterios, las señas de identidad, lo que ha de ser y no puede desarrollarse de otra manera. Porque lo digo yo, que sé más que tú, que tengo más experiencia, que sé de lo que hablo… si no tragas ya te haré yo tragar. La verdad no es discutible. Los buenos somos nosotros y los malos son ellos. ¿En qué bando estás? Acoge la bandera y la creencia. Agarrado a algo serás más fuerte que nunca, no es necesario plantearse nada más. Come de su mano y no la muerdas, no te atrevas a desobedecer. Todo está claro, todo está bien atado y explicado, todo tiene su fundamento por encima de lo que puedas estar pensando. ¿Acaso lo dudas?
@cesarmg78