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SANTA CRUZ DE TENERIFE >

Una depuradora de 135.000 euros para 75 habitantes

   
Al fondo de la pista se instalaría el humedal en el que desembocaría la canalización de las aguas. / DA

Al fondo de la pista se instalaría el humedal en el que desembocaría la canalización de las aguas. / DA

NATALIA TORRES | Santa Cruz de Tenerife

En tiempos en los que se exige la máxima exquisitez en lo referente al gasto público, proyectos como el de la depuradora de aguas residuales para el núcleo poblacional de Roque Negro en Santa Cruz ponen el foco de atención sobre si un gasto de este tipo (más de 135.000 euros) debe ser asumido por la administración o por quienes generan el problema. En esta zona de Anaga viven 105 vecinos, según las cifras del padrón municipal a 1 de enero de 2014, un núcleo en el que, según constata el Ayuntamiento, no existe red de saneamiento como tal y la mayor parte de los vecinos vierten sus aguas residuales domésticas a pozos negros individuales, una fórmula que, en la mayoría de los casos, no está generando problemas, a excepción de dos viviendas y un bar cafetería ubicado en la plaza de Roque Negro, que hacen uso de una fosa séptica común, plástica para más detalles, que debido a la inexistencia de mantenimiento se encuentra colmatada, vertiendo directamente al suelo, lo que causa molestias a los vecinos circundantes. Al menos así se refleja en la memoria del proyecto encargado por el área municipal de Medio Ambiente para buscar una solución al problema generado por esta última fosa séptica, que de paso también solventará el de la canalización de las aguas residuales del resto de vecinos.

La solución que se propone para esta situación pasa por la instalación de un Sistema de Depuración Natural (SDN) de aguas residuales para núcleos aislados. El coste estimado de esta infraestructura supera los 135.000 euros y, según se detalla en la memoria del proyecto, se propone dimensionar la depuradora para un uso de hasta 63 habitantes equivalentes de viviendas, junto con otros aportados por el bar cafetería, por lo que finalmente vendría a recoger las aguas residuales de unos 75 habitantes, o lo que es lo mismo, su capacidad es para 21 viviendas y un bar cafetería. Este proyecto contempla el uso de la canalización de la fosa séptica ya ejecutada y que es la que está causando los problemas de malos olores y vertidos, de forma que la ya existente será desviada por la nueva canalización hasta el final de la pista La Hoya. Las obras se ejecutan en el final de dicho camino, en Roque Negro, afectando a su vez a terrenos aledaños.

Fosa séptica

El sistema propuesto consiste en la instalación de una fosa séptica con etapa de desbaste y acumulación de grasas, seguida por otra etapa de sedimentación y otra de filtro percolador, características estas últimas encaminadas a evitar posibles vertidos de aguas al cauce del barranco colindante. El canal con las aguas residuales será conducido hacia un humedal artificial de flujo subsuperficial horizontal, para luego ser recogido y conducido a una laguna de almacenaje. Finalmente estas aguas tratadas podrán ser empleadas para el regadío.

La fosa séptica inicial será construida en hormigón armado para garantizar su resistencia y quedará completamente enterrada de forma que sobre ella puedan incluso circular los vehículos una vez sea techada. A continuación de esta etapa primaria, las aguas pasarán al humedal artificial que tendrá una medida aproximada de 150 metros cuadrados. Se propone que en su superficie se cubra con plantas como carrizo, anea, papiro pontederia e incluso Canna. A su vez se recomienda que se utilicen especies acuáticas ya existentes en el Parque Rural.

El proyecto establece una tercera etapa en la que se construirá una laguna de almacenamiento para agua de riego. Asegura la memoria que, en general, en este tipo de balsas no se detectan olores ni se incrementan las molestias por insectos.

Al construirse en el ámbito del Parque Rural de Anaga, la obra cuenta con el correspondiente estudio de impacto ambiental. De realizarse la citada infraestructura esta se desarrollaría en ocho meses, según los datos aportados en el proyecto y para su financiación, al menos en los presupuestos municipales de este año, no aparece partida alguna para su desarrollo.