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El nuevo REF de Canarias – Por Isidoro Sánchez García

   

Recientemente, el REF de Canarias se ha puesto de moda por razones varias, por el Gobierno central, por un lado, y por el de Canarias, por otro. También por los amigos de las ideas y del pensamiento, como los integrantes del CAPTE, el Centro Atlántico del Pensamiento Estratégico; por algunos periodistas como Leopoldo Fernández, profesionales como Hugo Luengo, políticos como José Miguel González, y profesores como Salvador Miranda, todo un experto en la materia. En 2014 tuve la oportunidad de escucharle en la RSEAPT de La Laguna y me sorprendió su discurso, por su decidida apuesta por un nuevo REF que contemplase la generación de empleo mediante un crecimiento inteligente, sostenible e integrador en la línea con la UE, particularmente con los contenidos de la Comunicación de la Comisión Europea COM (2012) 287 final. Me llamó la atención igualmente su vehemencia al resaltar las fortalezas de Canarias: la naturaleza y el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).

En días pasados he podido leer en la prensa de las Islas unas consideraciones del diputado socialista José Segura. Insiste una vez más en la pata económica del régimen especial del Archipiélago, que es una derivada de la norma realenga de finales del siglo XV, concretada en la económica y en la fiscal de 1972, hasta alcanzar las reformas que cristalizaron en la ley 20 de 1991, refundida más tarde con la conocida ley 19 aprobada en el año de 1994. No basta con una sola pata, en este caso la fiscal, también es necesaria aclarar y desarrollar la económica. Sin entrar a fondo, me llamaron la atención, y me gustaron de manera especial, cuatro aspectos de las citadas consideraciones del diputado Segura, además del binomio turismo-transporte. Eran las numeradas como 4, 5, 6 y 10. Se refieren de manera respectiva a la moderación de los precios de la energía, de los precios del agua desalinizada o reutilizada, la elaboración e implementación de un plan de optimización y ahorro de consumos energéticos y de agua, en la industria, sector terciario, agricultura y consumos humanos, así como a la creación en Canarias de un Centro internacional de Tecnologías Agrarias, destinado a favorecer las relaciones económicas con los países de África y de la América hispana. Entonces me acordé de la diversidad ecológica de la isla de Tenerife y del Valle de Taoro, de la importancia del transporte, del agua y de la energía como soportes del gran tablero del turismo y de la agricultura, sin olvidar los montes y los cielos del Archipiélago.