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El consumo de ternera cae un 16,7% en Tenerife durante la crisis

   

EUROPA PRESS | Santa Cruz de Tenerife

El consumo de ternera ha caído en Tenerife un 16,7 por ciento desde 2008 al pasar de 935.682 kilos a 779.134 y un total de 3.058 cabezas de bovino frente a las 3.517 del comienzo de la crisis, según datos de sacrificio del Matadero Insular de Tenerife consultados por Europa Press.

Frente a la caída del bovino ha crecido el consumo de cerdo, que ha aumentado hasta los 3,2 millones de kilos en 2014 -por los casi 3,1 de 2012-, una cifra “impresionante” y que, por ejemplo, casi cuadruplica el consumo de Gran Canaria, detalla el gerente del Matadero, Alfredo López.

En esa línea, destaca que en Tenerife el consumo de carne “es muy alto”, y con la crisis económica, como el filete de res es “más caro”, se ha resentido.

“El porcino es una carne más barata y la crisis ha afectado al consumo de carne, especialmente el vacuno, también en las grandes superficies, y cuando quieres conseguir proteínas te decantas por cosas más baratas como el porcino o el pollo”, explica.

López señala que el Matadero Insular es el único legal de toda la isla –salvo algunos privados de aves y uno de conejos en Güímar–, y al margen de bovino y porcino, también se sacrifica cabra, oveja y conejos.

La cabra, por ejemplo, cerró 2014 con 2.731 cabezas y 28.972,83 kilos, la oveja, 1.040 cabezas y 12.571 kilos, y el conejo, 52.438 cabezas para un total de 68.142,72 kilos.

El Matadero proporciona el servicio de sacrificio, despiece, envasado al vacío y reparto, y comercializa subproductos como callos o carrilladas que van dirigidos a los carniceros y se convierten en un ingreso complementario para la sociedad.

Para poder acceder al sacrificio, el propietario de los animales tiene que darse de alta como explotación ganadera, y en ese sentido, López no oculta que en la isla hay un “problema ilegal” de sacrificio de animales.

En su opinión, mientras los requisitos sanitarios “no paran de subir”, las prácticas ilegales se convierten en un problema sanitario “grave”, que en el caso de las cabras, además, es “espectacular”, es un asunto “tercermundista”.

MÁS CONTROL EN BOVINO Y PORCINO

López dice que pese a que las tarifas del Matadero no son caras, hay sacrificio ilegal, lo que aparte de problemas sanitarios, “distorsiona” los precios de mercado.

“Hay muchas más cabras de las que se matan, y se da también con el ganado ovino y los conejos. En bovino está más controlado, es más aparatoso, y en cochino más de alguno se dará, pero no es tan grave, lo de la cabra es habitual”, expone.

El gerente reconoce que las explotaciones ganaderas tienen una “excepción” para poder sacrificar para consumo propio, pero advierte de que “es imposible que las cabras se las coma toda la familia”.