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Licencia para matar – Por Sergio García de la Cruz

   

Dice la Segunda Enmienda a la Constitución de Estados Unidos que siendo necesaria una milicia bien organizada para la seguridad de un Estado libre, no se podrá restringir el derecho que tiene el Pueblo a poseer y portar armas. En los hogares de este país hay 300 millones de armas y esto es así al amparo de esta enmienda, curiosa máxime cuando hablamos del quinto país del mundo con la mayor tasa de muertos por armas de fuego. La campaña de Brady para la prevención de la violencia armada determinó que mueren diariamente en EE.UU. 32 personas por armas de fuego y 140 son asistidas diariamente en los servicios de urgencias por ellas. 20.000 niños y adolescentes menores de 21 años han muerto o resultado heridos por armas de fuego. Una media de 53 menores son víctimas de disparos cada día.

Desde Europa miramos con recelo sus debates sobre las armas, muchos defensores se escudan bajo el argumento de la tradición armamentista, sin embargo, el derecho a las armas fue reconocido en Inglaterra antes que en EE.UU. y hoy por hoy vemos las diferencias que existen entre ambos países. No cabe duda que el tema crea una gran controversia y los fallecimientos por armas no decrecen, tampoco las fuerzas de seguridad se libran de esta masacre, en el año 2014 aumentó en un 56% los caídos en servicio. No debemos olvidar que además de las armas legales existe un mercado negro bastante amplio de armamento ilegal que incluso surte a organizaciones criminales de países limítrofes.

La balanza se inclina a favor de asociaciones como la Asociación Nacional del Rifle, el máximo defensor de la segunda enmienda, un lobby con mucho peso y que nació en 1871 con el objetivo de promover y fomentar la caza con rifle bajo bases científicas. Cuenta con millones de afiliados y entre ellos gente muy poderosa. A ver quién se atreve a ponerle el cascabel al gato… El debate se ha suscitado durante siglos con un punto álgido en 1929 con la Matanza del día de San Valentín.

El Tribunal Supremo de EE.UU. se ha tenido que enfrentar varias veces con el alcance de este derecho en asuntos como el de Estados Unidos contra Cruikshank o Distrito de Columbia contra Heller, pero ha sido hasta el año 2010 cuando el alto tribunal marcó la gran diferencia en pro del sí, esta sentencia de McDonald contra Chicago aclara la extensión geográfica del derecho a las armas, una cuestión altamente debatida y que ha concluido con que posee cada Estado. Los estados federados no pueden limitar o prohibir a los ciudadanos poseer armas de fuego, como garantiza la Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense, introducida en 1791. Al revocar una prohibición de Chicago de tenencia y porte de armas de fuego, la máxima instancia judicial estadounidense declaró inconstitucional cualquier restricción en ese sentido por parte de los estados y los gobiernos locales.

Ahora bien; ¿cómo luchan contra los resultados de esta permisibilidad armamentística?, pues recurriendo a tecnología como el ShotSpotter, que es una distribución de micrófonos por la ciudad para escuchar, localizar y enviar datos a un centro donde se analizan los disparos y se alerta a la policía aportándoles información sobre el número de disparos, su localización y dirección de movimiento.

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