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PUERTO DE LA CRUZ >

Patrimonio de lujo en venta

   
La finca Risco de Oro, construida en 1890, prevé un hotel de 5 estrellas conservando intacta la edificación./ FRAN PALLERO La finca Risco de Oro, construida en 1890, prevé un hotel de 5 estrellas conservando intacta la edificación./ FRAN PALLERO La finca Risco de Oro, construida en 1890, prevé un hotel de 5 estrellas conservando intacta la edificación./ FRAN PALLERO La finca Risco de Oro, construida en 1890, prevé un hotel de 5 estrellas conservando intacta la edificación./ FRAN PALLERO
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La finca Risco de Oro, construida en 1890, prevé un hotel de 5 estrellas conservando intacta la edificación./ FRAN PALLERO

GABRIELA GULESSERIAN | Puerto de la Cruz

Cuando en el año 2006 la empresa Hermanos García Núñez adquirió la finca Risco de Oro en Puerto de la Cruz, su fin era hacer una inversión inmobiliaria. Sin embargo, con los años, la hacienda terminó enamorando a sus dueños hasta el punto que cambiaron su idea inicial y decidieron emprender un proyecto mucho más ambicioso: conservar un patrimonio de lujo, que hoy se encuentra a la venta, a la espera de que se apruebe el Plan de Modernización para poder levantar allí un complejo hotelero de alta categoría, el único nuevo de cinco estrellas que tendrá la ciudad.

La hacienda, adquirida en 1890 por Edward Campbell Philpot, cuando los ingleses llegaban a Canarias buscando una segunda residencia por el clima, es uno de los tesoros que alberga la ciudad turística y que merece ser protegido y conservado como hasta ahora, dado que además está incluido dentro del Conjunto Histórico de Puerto de la Cruz, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) también en el año 2006.

Esta familia encontró “la zona perfecta” por el clima que ofrece, apunta Américo García Núñez, uno de sus actuales propietarios. Fueron dos arquitectos los que realizaron la obra, uno de origen alemán y otro inglés. La parcela tiene 33.000 metros cuadrados y está muy bien distribuida. Dentro de la zona hay siete edificaciones originarias, tres de ellas de origen canario, como el granero, la caballeriza y las oficinas ubicadas en la entrada. Se completa con una pequeña vivienda que era utilizada como escuela, dado que la primera familia traía a sus propios maestros para darle clase a los más pequeños, la conocida como Casa del Carpintero, la ermita y la casona principal, de estilo colonial inglés.

Esta última tiene una superficie de más de 1.500 metros y está dividida en subsuelo, planta baja, planta alta, con el desván y azotea. En su interior conserva la mayor parte del mobiliario original, que es obra de ebanistas de La Orotava, así como la bañera y la grifería de uno de los servicios, traída directamente desde Inglaterra, igual que las tejas de la cubierta. La decoración ofrece tesoros que son un deleite para la vista, como las cuatro chimeneas distribuidas en dos de las plantas, todas con un diseño diferente, o las cenefas de la sala de estar, pintadas a mano.

A todo ello se le suman otras pequeñas reliquias, como una mesa de snooker, un tipo de billar que se juega en una mesa de medidas especiales, de 3,6 por 1,8 metros, también llamada de 12 pies; su respectivo contador; un gramófono; un gran piano y las lámparas.

La carpintería es original y está muy bien cuidada, prueba de ello son los contrapesos de las ventanas que se mantienen intactos, y que además ofrecen una espectacular vista a los jardines y a todo el Valle de La Orotava, con el Teide incluido.

Una joya que hay que cuidar
“Es una joya que hay que cuidar muy bien”, subraya Américo, y así lo han hecho las familias que han vivido allí hasta el momento. Tras la muerte de Edward Campbell Philpot, la propiedad pasó a manos de un familiar suyo y luego fue adquirida por Felipe Machado y de éste a su hijo primogénito, cuyos herederos vivieron allí hasta que la compraron los hermanos García Núñez, quienes la mantienen en excelentes condiciones, igual que los más de 8.000 metros cuadrados de jardines, diseñados originariamente por el mismo proyectista inglés del Kew Gardens, un paraíso botánico ubicado en las afueras de la ciudad de Londres.

Ellos han sido los responsables de instalar riego automático, realizar las canalizaciones necesarias y arreglar los muros para recuperar la flora originaria del lugar. Y como en un hotel de cinco estrellas, las flores tienen que ser naturales, han dispuesto una zona de rosales, han optado por plantas como el croton para mantener vivos los colores y han conservado las flores de pascua y algunos frutales. Con el objetivo de que la edificación principal permanezca intacta y que se le dé valor a la parcela que está sin construir, el futuro hotel, que tendrá 180 habitaciones, además de piscina y aparcamientos, se levantará al fondo de la finca, porque además permitiría conservar los jardines con sus fuentes, la ermita, y el campo de croquet.

Obra de chinos
El terreno es escalonado, “parece una obra de chinos, piedra sobre piedra”, recalca su actual propietario, y por eso se adaptó el proyecto a una idea “muy moderna pero manteniendo lo antiguo”, para ofrecer los servicios que requiere un establecimiento como el que está proyectado, desde spa, hasta gimnasio y tiendas.

Esta iniciativa no surgió únicamente de la empresa y de un día para el otro, aclara. Contactaron con arquitectos, políticos, diseñadores y personas con experiencia en hotelería para adaptar el inmueble a las exigencias actuales y que permita, además, recuperar el destino turístico, como estaba concebido décadas atrás, un lugar de descanso y tranquilidad al que ahora se le unen “múltiples experiencias”, acorde a la nueva campaña promocional de Turismo de Tenerife. La idea de sus actuales dueños es encontrar a inversores hoteleros o empresarios que estén dispuestos a comprar la parcela con la idea, que no obstante puede ser retocada en función de las necesidades que pueda tener la cadena que asuma la propiedad.

Y confían en que lo harán. No solo porque esta zona del municipio turístico se está revalorizando con la compra del hotel La Chiripa por parte de la cadena alemana Lindner, sino porque el proyecto que han desarrollado “es un ejemplo de recuperación de patrimonio como recurso urbano para uso turístico”, sostiene Américo García Núñez.

A la espera de un plan atascado en la Cotmac

G. GULESSERIAN | Puerto de la Cruz

El Plan para la Modernización, Mejora e Incremento de la Competitividad de Puerto de la Cruz está atascado en la Comisión de Ordenación y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac), pese a ser un documento de vital importancia para la ciudad y por el que esperan muchos establecimientos para renovar su planta hotelera.

El complejo de lujo que se proyecta en el Risco de Oro es uno de ellos. Sus propietarios empezaron a darle forma con la anterior redactora del Plan Especial del Casco, María Luisa Cerrillos, y el exgerente del Consorcio de Rehabilitación Urbanística Fernando Senante. “El proyecto está completo porque tiene hasta la ubicación de la piscina de acuerdo a la orientación del sol tanto en verano como en invierno”, comenta Américo García Núñez. También contempla la construcción de 180 habitaciones “que se fijan de manera proporcional a los metros de parcela lucrativa”, explica el empresario.

El Plan de Modernización permitirá gestionar el planeamiento para la consecución de este fin y así obtener la máxima rentabilidad en número de habitaciones y mayor facilidad para conseguir algún inversor que se interese en el proyecto. El edil de Urbanismo de Puerto de la Cruz, Sebastián Ledesma, señaló recientemente a este periódico que existe el compromiso del presidente del Gobierno, Paulino Rivero, de llevar el documento a la próxima comisión de la Cotmac.