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Vengativo Paulino – Por Juan Henríquez

   

Paulino Rivero siempre me pareció un individuo muy engreído. De estos personajes que se rodean de sus pilares de apoyo y propósitos, importándole un carajo lo que ocurra con los demás. Viene a ser el prototipo de aquella frase de José Ortega y Gasset: “Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”. Jamás ha sido un líder de masas y de tirón electoral; ha estado siempre rodeado de voceros mediocres y sin escrúpulos soplándole a la oreja frases sin consistencia intelectual. Cito un ejemplo: “No hay nadie más sensible y solidario que aquellas personas que están enamoradas y cuidan a los pajaritos”. Una frase que se le ocurrió al soplón de turno, por cierto, muy aficionado a la perdiz estofada con judías blancas. Hace poco ha sido su propio partido, CC (Coalición Canaria), el que lo destronó de su aspiración a repetir como candidato a la presidencia del Gobierno canario. Con muy buen criterio, los mismos que lo auparon al pedestal de los endiosados, aunque él por naturaleza se lo haya creído siempre, lo han desterrado al ostracismo de la política canaria. Y al fin hemos descubierto al verdadero Paulino Rivero: soberbio, mal perdedor y revanchista. Aunque en un primer momento, el propio Paulino habló de apoyo al candidato, Fernando Clavijo, no ha parado de ponerle chinitas en el camino para entorpecer su candidatura. Para eso lanzó al ruedo a su lugarteniente Fernando Ríos, que dimitido del Comisionado del bla, bla, bla, lo mantiene como mano derecha en Comisión de Servicios, y que se ha encargado de profanar y desprestigiar a Clavijo, sin reparar en el deshonor y la afrenta, por cierto, un oficio en el que el personaje se mueve como pez en el agua. El mensaje es claro: o CC, Clavijo, amordaza a estos tres personajes (Paulino/Ríos/Inés Rojas), o no le hará falta buscar adversarios fuera, los tiene dentro. Incluso mejor prescinde del presidente de CC para los actos electorales, porque tal y como están las cosas, resta más que suma. ¡Es lo que hay!