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Miguel Zerolo destaca en su despedida la ciudad que heredó y la que ha construido

   

N. G. | SANTA CRUZ DE TENERIFE

Porque “marcharse es parte de la vida”, con emoción contenida y orgullo, el alcalde de la capital tinerfeña, Miguel Zerolo, se despidió ayer de su sillón en el salón de plenos leyendo un discurso de cinco páginas en el que hizo un repaso de la cuidad que conoció en las primeras elecciones democráticas cuando fue elegido concejal y la que ha construido a lo largo de sus 16 años de mandato. No olvidó incluir agradecimientos a vecinos, a los concejales y a los funcionarios municipales, como también palabras de perdón “a todos los que haya podido defraudar”.

“Con errores, con traspiés, hicimos que Santa Cruz se pusiera en marcha. Y lo hicimos entre todos, desde el alcalde al último de los concejales, desde el gobierno y desde la oposición. Porque durante muchos años -dijo- en este salón de plenos más importante que la política, más importante que los partidos, mas importante que la vanidad, era el pueblo de Santa Cruz y su futuro”. Un “legado” difícil que le tocará “a los que vendrán después” añadió.

A esta despedida también se sumó la portavoz del Partido Popular, Maribel Oñate, quien casi interrumpe su discurso por la emoción al expresar que “todos” llevan en el corazón a esta ciudad. José Alberto Díaz Estébanez, como portavoz de CC, y Norberto Plasencia también con agradecimientos por la colaboración y el trabajo de estos cuatro años. Los portavoces del PSOE Ciudadanos no se adhirieron a la iniciativa.