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POR MANUEL IGLESIAS >

Entre realidades y demagogias

   

Como se esperaba, Paulino Rivero estuvo mejor en la sesión de ayer, en el “cuerpo a cuerpo” con los portavoces de la oposición, en el debate de investidura , porque a su favor juega el conocimiento extenso que tiene de los asuntos y eso le permite profundizar en las réplicas.

El portavoz del PP, José Manuel Soria realizó una intervención en la que se movió entre las verdades y las demagogias. Es la ventaja que tiene estar en la oposición, el que las promesas de hacerlo todo bien, de conseguir todo para todos, es una argumentación que no tiene necesidad de gran trabajo, porque las ilusiones que puedan despertarse son otros los que tienen que ejecutarlas y si no es así es culpa de ellos, no de sus fantasías.

Obviamente, el hecho de haber estado en el Gobierno hasta hace sólo unos meses le quita mucho peso a sus palabras, porque inevitablemente el ciudadano común se pregunta “y eso, ¿por qué no lo hizo cuando estaba en el poder”, pero la respuesta resulta clara y se basa en la frase popular que no es lo mismo prometer que dar trigo. Por ejemplo, sus citas de recortes contienen ese aire demagógico populista, como pedir quitar los los chóferes, eliminaar las consejerías y direcciones generales, ahogar a la Policía Autonómica, etcétera, cosas que seguramente algo hacen, pero que, sobre todo, dan contenido a las charlas de café, mas resultan contradictorias, por poner un caso, con sus ofertas de apoyar -que es dar recursos económicos, porque no será prometer palmadas en la espalda- al deporte profesional, que necesita cientos de miles de euros o tal vez millones, o los festivales, la vela latina, etcétera.

Seguramente si se pregunta si se prefiere que los fondos vayan a la Policía Canaria para dar más seguridad a las calles o que se gasten en los sueldos de los diputados y las asignaciones a los partidos políticos o en el millonario cobro de sus subvenciones, muchos dirán que es mejor que los inviertan en la seguridad…. Pero ese es un ejemplo de cómo todos podemos hacer demagogia.

Soria volvió a insistir con que la superioridad de sus votos en Gran Canaria, única Isla en la que ganó, cuenta más que todos los sufragios de las restantes Islas en las que triunfaron otras fuerzas, argumentando que lo que vale es la suma total, pese a que las circunscripciones sean insulares y sus resultados se midan por escaños, no por votos globales. Las mayorías se forman con los diputados y, como consecuencia, también se puede entender que el Gobierno que se constituye así, como sucedió con el anterior de CC y PP y ahora CC- PSOE, que representan la suma de los votos de ambas fuerzas.

Por su parte, Román Rodríguez, cómo no, ejerció también su parte de realidades y de demagogias, pero con buenas aportaciones. Finalmente, votó por la abstención, lo que no compromete a Nueva Canarias en nada.