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POR JUAN HENRÍQUEZ >

PSOE: ganan perdiendo

   

El precedente que me viene a la memoria de lo que está ocurriendo con los pactos poselectorales del PSC-PSOE es aquel recado de Jerónimo Saavedra que aconsejaba a los socialistas: “Hay que dejarse querer por Coalición Canaria”. Estamos hablando de seis meses antes de las elecciones. ¿Intuición, experiencia, pragmatismo, más sabe el diablo por viejo que por diablo…? Lo cierto es que el viejo lobo de mar veía venir el desastre electoral del PSOE, como todo el mundo, menos, y hasta comprensible es, el batacazo en propias carnes. Momo se olía la chamusca, y encima tenía clavada la espina de los 26 diputados logrados en el 2007, que no sirvieron para nada, pensó: seguir a la intemperie de la política institucional canaria, dicho de otra forma, sin tocar poder, demuestra nula capacidad política. Y José Miguel Pérez tomó buena nota del catedrático jubilado.

Y como la hemeroteca, guste o no, está ahí presente, recuerdo que mi apuesta antes de las elecciones era que socialistas y populares cerraran un pacto que terminara con los 18 años de poder nacionalista, y lo argumenté, pero no pudo ser, entre otras razones, porque los socialistas se aplicaron aquel dicho popular: el que mata a hierro, no puede morir a sombrerazos. Recordemos que el PP hacía cuatro años no dudó en lanzarse a los brazos de CC para, así de claro, joder al PSC.

A pesar de aquel deseo personal, me parece muy inteligente y pragmático que los socialistas canarios hayan alcanzado un acuerdo de gobernabilidad en la mayor parte de las instituciones del Archipiélago con los nacionalistas de CC, dándose en algunos casos, el hecho histórico de formar parte por primera vez desde la instauración de la democracia de un gobierno municipal inaccesible, tal es el caso del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. Quizás para el grupo socialista santacrucero, liderado por Julio Pérez, no fuera la mejor opción de partida, pero, aceptando la disciplina de partido y poniendo al servicio de las negociaciones el mejor saber del prestigioso abogado, sacaron una buena tajada a cambio de votar a Bermúdez a la Alcaldía, algo que nadie pone en duda, salvo, los propios coalicioneros de la capital, a los que parece excesivo el peaje político que han tenido que pagar.

También el pacto ha servido para que los socialistas, después de muchos años sin responsabilidades de gobierno, retomen el pulso a la realidad institucional, es decir, pasar de la crítica y propuestas a las soluciones de las demandas y problemas de los/as ciudadanos/as, sobre todo en el ámbito del Cabildo de Tenerife y en el Ayuntamiento de La Laguna. Sin olvidar el paso cuantitativo en La Palma, haciéndose con gran parte del poder local.

En las islas orientales han perdido poder, pero en el cómputo global las ganancias superan a las pérdidas, y eso en cualquier empresa tiene nombre: beneficios.

A pesar de todo, serán los propios socialistas quienes deberán reconocer que algo falla en esta democracia en la que se gana perdiendo, y si no, que se lo pregunten al eterno candidato, a Soria. ¡Y tiro porque me toca!

juanguanche@telefonica.net