EFE | La Paz
Grupos étnicos bolivianos y organizaciones vecinales de las ciudades de El Alto y Potosí iniciaron diversas protestas para presionar por sus demandas al presidente Evo Morales, que, tras retornar de su viaje por China, insistió en convocar al diálogo a los sectores movilizados.
El conflicto mayor fue iniciado por medio millar de indígenas del occidente y el oriente que comenzaron una marcha en la ciudad amazónica de Trinidad, que recorrerá durante un mes 500 kilómetros hacia La Paz, para exigir que Morales detenga la construcción de una carretera que dividirá una reserva natural.
No obstante, el gobernante está decidido a continuar con las obras que atravesarán el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure porque considera que es clave para la integración del país al unir las regiones de Cochabamba (centro) y Beni (noreste).
Se trata de un parque creado en 1965 y reconocido desde 1990 como territorio de las etnias mojeña, yucararé y chimán, en una superficie de 12.000 kilómetros cuadrados que posee una rica fauna y flora, pero que está amenazada por los productores de coca de la zona del Chapare, donde están las bases sindicales de Morales.
Antes de comenzar la caminata, el dirigente del Consejo de Ayllus y Markas del Qollasuyo, el aimara Rafael Quispe, destacó desde Trinidad la alianza entre las etnias del altiplano y las amazónicas “para hacer respetar sus derechos, la Madre Tierra y el territorio”. Las etnias y los grupos ecologistas han criticado al mandatario por contradecir su discurso ambientalista, por el que incluso ha sido reconocido por las Naciones Unidas, cuya asamblea le declaró hace dos años como “Héroe Mundial de la Madre Tierra”.
La ruta tendrá más de 300 kilómetros entre la Amazonía y el centro del país y demandará una inversión de 415 millones de dólares, de los que 332 millones son financiados por Brasil.
La marcha indígena fue apoyada en La Paz por alrededor de 400 ecologistas jóvenes que se manifestaron frente a la embajada brasileña e intentaron llegar a la plaza Murillo, donde está el Palacio de Gobierno, aunque su acceso fue bloqueado por la policía en una rápida acción.
A su retorno de China, Morales declaró que hay una “acción política” en la marcha de los indígenas porque no aceptan las peticiones del Ejecutivo para dialogar sobre el conflicto. “Pedimos diálogo y no participan”, se quejó Morales, pero los indígenas condicionaron los encuentros a la suspensión de la construcción de la carretera.
Otras protestas
La movilización de los indígenas coincidió con el inicio de otras dos protestas en las ciudades andinas de El Alto y Potosí que reclaman por la atención a sus propias demandas. El Alto, vecina La Paz y una de las más pobres del país, amaneció parcialmente paralizada por vecinos que iniciaron una huelga indefinida para reclamar que no se postergue el censo de población y vivienda previsto para este año, porque esperan que los resultados de ese estudio garanticen más recursos a ese municipio.