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Chemtrails: paranoias en el cielo

   

JUANCA ROMERO HASMEN| Santa Cruz de Tenerife

Admito, y lo hago desde la más absoluta de las sinceridades, que hablar de este asunto me produce profunda desazón al tiempo que asumo la responsabilidad de intentar explicar en qué consiste este estancado movimiento claramente conspiranoico. Lo propio y además oportuno es conocer el significado de la anglosajona palabra, y dimensionar la definición. Chemtrails [Chemical trail o estela química]. Esta corriente de opinión menos que más organizada, argumenta que existen aviones bajo el mandato de algunos poderes secretos, fácticos o gubernamentales, que están fumigando de forma sistemática, a porciones más o menos extensas de población, con fines poco claros, aunque supuestamente relacionados con la merma de salud,  sobretodo, para conseguir manipular de alguna forma, el clima de la zona fumigada.

Al parecer, la evidencia más clara de que esto esté ocurriendo, siempre según sus planteamientos, es la observación de unas largas columnas nubosas, de tipo horizontal, que recorren el cielo en diferentes direcciones y dejando un trazo aparentemente calculado. Por tanto, estaríamos asistiendo a un ataque químico de tipo selectivo, y ante el que poco podemos hacer.

¿De verdad alguien cree que algo así pueda estar ocurriendo?, ¿existe algún atisbo de responsabilidad cuando se afirman cosas así, sin presentar pruebas contundentes que las avalen?

La respuesta a estas preguntas es claramente no.

Pero profundicemos en este controvertido asunto. Los skywatcher o vigilantes del cielo, que así se autodenominan los avalistas de esta sinrazón, afirman que las estelas que dejan muchos aviones a su paso, en forma de trazas debido a la condensación, son en realidad grandes cortinas fumigadoras con alguna sustancia química -bario y aluminio principalmente-.

Afirman de forma gratuita y yo diría que claramente irresponsable cuando menos, que el sentido de estas fumigaciones más o menos selectivas, está en controlar no sólo el clima de esas zonas, sino que además tienen la diabólica facultad de generar patologías que irían desde simples dolores de cabeza, hasta la proliferación de algunos tipos de cáncer.

Imaginemos por un momento que gobierno extranjeros, o lo que sería más sorprendente, que nuestro propio gobierno esté lanzando algún tipo de sustancia química sobre la población, y que con esas fumigaciones se provocan sequías, alejando las lluvias, etc. ¿Quién se beneficia con esto? ¿Qué gobierno o entidad a nivel global no lo denunciaría? ¿Porqué hacerlo sobre una población concreta y no sobre otra? ¿Qué patrones rigen estas poco ocultas maniobras secretas?

Y tengo más preguntas: ¿Qué pruebas hay, de muertes o mermas masivas en un área poblacional concreto y su relación con los chemtrails? ¿Por qué los defensores de este monstruoso raciocinio permanecen en la clandestinidad de la Red de Redes, ocultos en opacos foros, y no dan la cara vertiendo sus postulados en medios provistos de luces y taquígrafos?
Todo este batiburrillo de barbaridades podría ser constitutivo de delito por instigar a la alarma social, si no fuese porque la media de inteligencia de esta sociedad está muy por encima de la mediocridad paranoica que de vez en cuando aflora en el jardín del despropósito.

¿Fumigaciones, enfermedades, guerra bacteriológica…?
No existe una sola región de nuestro país, al igual que ocurre en la totalidad de las naciones del planeta, en la que no aparezcan estas estelas. Sin ir más lejos, este que ahora escribe, ha visto auténticas cortinas de estelas que llegan a formar cuadrículas más o menos perfectas, concretamente en los cielos de La Rioja. Pero no es una excepción ni mucho menos.

La misma estampa sobre cielos de Extremadura, Madrid, Canarias, Murcia, etc. Y es que donde no hay, además ni rascando encontraremos. Donde no hay misterio ni conspiraciones, lo único que podemos encontrar, es el enfermizo sentido de la irresponsabilidad civil que algunos profesan con sus declaraciones.

Recurramos a la Ciencia para poder explicar con fundamentos este particular asunto. Los científicos denominan a este fenómeno contrails [Rastro de condensación de vapor/gases]. Los contrails pueden tener diferente morfología y color, dependiendo de la luz incidente y la temperatura ambiente. Para que se formen dependen principalmente de dos factores: niveles de temperatura y humedad ambiental relativa del 70% o superior. Están compuestos por finísimas gotas de agua en condensación o de cristales de hielo y nieve. Cierto es que en la mayoría de las ocasiones, son los aviones quienes producen este tipo de trazas, simplemente por el resultado de la combustión de sus motores, aunque pueden darse diferentes condiciones naturales en las que también pueden producirse.

Estas estelas de condensación, y dependiendo de la intensidad de los vientos, pueden ser visibles durante varios minutos, y se manifiestan a una altura aproximada de 9.000 metros o cotas superiores.

¿Qué sentido tendría fumigar desde una altura tan grande? Si los chemtrails se estuviesen dando, la efectividad de las fumigaciones sería nula, ya que las partículas proyectadas se desplazarían a merced de los vientos a distancias incalculables. ¿No sería entonces más indicado realizar estas fumigaciones clandestinas a mucha menor altura? La respuesta es clara.

No estamos hablando de fumigaciones, simplemente observamos estelas de vapor condensado o contrails.

Estelas de aviones

Si miramos al cielo podremos observar que en muchos casos las estelas provienen de aviones civiles y no solo de uso militar, con lo que el carácter supuestamente secreto se vería expuesto con demasiada claridad. Otro aspecto que debemos atender es el del aumento del tráfico aéreo en las últimas décadas, lo que ha producido que nuestros cielos se vean dibujados por estas líneas con mayor frecuencia.

Cierto es que la propia ciencia ha utilizado en ocasiones, los conocimientos de los que dispone para conseguir fines concretos a través de algún tipo de fumigación selectiva, dicho lo cual, también lo ha hecho de forma publicitada y expuesta. Sirva como ejemplo las fumigaciones que se realizaron en los cielos de Pekín antes de que se celebraran sus Juegos Olímpicos en el año 2008.

En esta ocasión el gobierno chino decidió esparcir yoduro de plata junto a diatomita para evitar que llegaran las lluvias a la ciudad durante los días que duraron los juegos.

No es menos cierto que también se desarrollan pruebas científicas en cotas altas de la atmósfera o en la estratosfera para observar y medir el comportamiento en diferentes cotas de altitud de determinados agentes.
Los avances científicos llegan gracias a la experimentación, en eso estamos todos de acuerdo. No debemos admitir que valiéndose de estas actividades avaladas por la ciencia, broten como hongos los postulados atentatorios de la verdad, contaminando y desvirtuando.

[apunte]Codex templi
Siempre supone un auténtico placer, poder presentar la llegada al mercado editorial de una nueva obra, y si ésta está escrita por un canario, pues de alguna manera, se activan los resortes de los lazos que nos unen. Es el caso del periodista y escritor José Carlos Gil Marín, autor de diferentes libros y que acaba de presentar Codex templi, el código templario, publicado por Cultivalibros en el que se enfrenta a las diferentes hipótesis de la presencia neo templaria en Canarias durante los siglos XIV, XV y XVI, así como al análisis de una conocida talla, la de la Virgen de la Candelaria de Adeje, que al parecer posee un código secreto. Gil Marín en este libro nos presenta una hipótesis que pretende a través del conocimiento científico e histórico, desentramar el significado de este código. Según palabras del propio autor: “Lo que he hecho con la trilogía que cierra este libro, es intentar reproducir, que no interpretar el famoso código de la virgen de forma fidedigna”.

En el programa de radio Angulo 13 que se emite en Teide Radio, emisora de este grupo, tuvimos la oportunidad de charlar detenidamente con José Carlos Gil Marín sobre los contenidos del libro. Puedes acceder a la grabación de esta emisión a través de www.angulo13.com.[/apunte]