Noticias – Por Fran Domínguez

Los bonobos comparten la comida con extraños a cambio de compañía, ampliando así su red social”. “El Australopithecus afarensis pudo no haber abandonado su vida en los árboles por completo, según un nuevo estudio que demuestra que el pie y el tobillo adaptados a la vida terrestre no excluyen la escalada del repertorio conductual de los humanos”. “Las personas que practican fútbol son más sociables que el resto”. “Espero que este año sea en el que se pongan las bases de la recuperación española. Espero, convencido, que 2013 será mejor que 2012”, apunta, ufano, el ministro De Guindos. Se trata de cuatro de las noticias de mayor impacto que he podido encontrar en el párvulo año. La primera, fruto de un sesudo estudio zoológico; la segunda, de una lúcida interpretación de la movilidad y destreza de nuestros ancestros con más vello; la tercera, de un exhaustivo análisis deportivo y sociológico tras año de perseverante observación del personal corriendo detrás de un balón. Las tres rivalizan en importancia y profundidad con la cuarta: la optimista predicción de un ministro que trabajó para una compañía extranjera (estadounidense para más señas) de probada solvencia financiera -y moral- llamada Lehman Brothers, y que dijo en su momento -cuando ejercía, en plena época aznarista, las funciones de secretario de Estado de Economía- que no existía ninguna burbuja inmobiliaria ni nada que se le pareciera en este país, y que manifestó (con cierta ligereza, sin duda) en una entrevista en ABC: “Sí, es cierto que las familias están más endeudadas, pero está aumentando su riqueza patrimonial y financiera y hay unos activos que se transmitirán a generaciones futuras”… Ante semejante profeta y otros adivinos similares, guardémonos de los idus de marzo (aunque no hayan llegado todavía) y apliquemos esa máxima que nunca falla: cuando un político -en este caso varios, incluidos también los de estas ínsulas- asegura que las cosas van a ir mejor, es que, por supuesto, irán mucho peor… Al tiempo.