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“El 90% de un pleno en el Parlamento es como un teatrillo”

   

José Ignacio Álvaro Lavandera

José Ignacio Álvaro Lavandera. / DA

VICENTE PÉREZ | Santa Cruz de Tenerife

A sus 39 años, el majorero José Ignacio Lavandera se estrena en esta legislatura como diputado. Confiesa que no quiere hacer de la política una profesión y, de hecho, cobra de su trabajo en el hospital de Fuerteventura, y no como parlamentario del PSOE. Eso sí, desde joven soñaba con ocupar un escaño, pero en las Cortes Generales. Desde luego, se ha acercado al objetivo. “Pero no me va la vida en ello”, reitera.

-¿Viven como reyes los diputados? ¿Son unos privilegiados?

“Yo no cobro del Parlamento; no tengo dedicación exclusiva, sino que saco tiempo de mi trabajo para ello. Pero sí puedo decir que no somos unos privilegiados, porque conozco a concejales que cobran más que un diputado, cuando es mayor la responsabilidad legislativa”.

-¿Está o no el Parlamento canario desconectado de los problemas que acucian a los ciudadanos?

“Desde luego, el Parlamento tiene menos conexión con los ciudadanos que el Gobierno regional o el de un municipio. A los parlamentarios les falta ser más ambiciosos en ese sentido; ser más críticos en los plenos con su propio gobierno, aunque lo apoyen, para responder más a las expectativas de la ciudadanía”.

-Como licenciado en Económicas y exconcejal de Economía. Arrójenos luz: ¿esto de los recortes es ya una norma sagrada para intentar salir de la crisis?

“No, otras opciones son posibles, pero no están en manos ni de un Gobierno regional ni de uno local; el único que puede hacer algo es el Gobierno de España, pero tampoco tiene ya competencias en política monetaria, que está en manos de la UE. En EE.UU., por ejemplo, la crisis no ha sido menor, pero han usado su Reserva Federal y su Tesoro para emitir moneda y endeudarse para crecer. Aquí, sólo austeridad. Tampoco ha habido solidaridad en la UE”.

-¿Qué le parece eso de tener un día pozos de petróleo a unas decenas de kilómetros de su isla?

“Estoy en contra de las prospecciones. La política energética del PP es un desastre, y nuestra autosuficiencia en este sentido no pasa por el petróleo frente a nuestras aguas sino por las energías alternativas. Aquí vivimos de las playas y la calidad de nuestras aguas. No podemos arriesgar eso. Pero temo que al final se acabará imponiendo ese riesgo, y se va a vender las islas de Lanzarote y Fuerteventura a cambio de ingresos. Ya el PP ha propuesto dar parte del pastel del petróleo a las arcas públicas canarias a través del REF”.

-¿Y es usted de los que ven bien que agujereen Tindaya o no?

“Tengo sentimientos contrapuestos. Por un lado, el proyecto de Chillida es razonable, puede ser un referente mundial, y Fuerteventura necesita algo más que sol y playa. Pero, por otro lado, me da repeluz cuando esto se mezcla con la supuesta corrupción que puede haber por miles de millones de pesetas perdidos sin mover una piedra y sin que nadie haya pagado por ello”.

-¿El Parlamento le ha sorprendido para bien o lo decepciona?

“Yo desde el instituto tenía la ilusión de ser diputado en el Congreso y poder cambiar las leyes que no me gustaban. Me ha decepcionado ver que el 90% de lo que acontece en los plenos es como un teatrillo para los medios de comunicación y la sociedad. Pero no me arrepiento, pues sí se pueden hacer cosas: si solo te planteas 10, solo puedes hacer una o dos, pero entonces hay que plantearse hacer cien cosas”.

-¿Y aún aspira a ese sueño juvenil de ser diputado en las Cortes?

“No me va la vida en ello. No quiero hacer de la política una profesión. Pero hay gente por desgracia que depende de ella para vivir, y eso le hace tener que estar en una corriente o no dentro del partido: no poder decir lo que piensa, o no ser objetivo”.

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EN 1 MINUTO

Viajar. Es una de sus aficiones, pero afirma que no la puede practicar mucho por falta de tiempo. “Me gusta conocer sitios diferentes: sus culturas y su gastronomía”, confiesa el diputado.

Playa y surf. José Ignacio Álvaro disfruta de la costa de su isla como el que más. Gusta de practicar el surf, y para ello tiene en su tierra unos lugares excelentes, como El Cotillo y Playa Blanca, entre otras.

Nuevas tecnologías. No es propiamente una afición, apunta, sino más bien una necesidad de hoy en día: la de aprovechar las posibilidades que dan las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación. Suele, por tanto, navegar por internet para informarse.

Salir y leer. Admite que no tiene aficiones “como casi todo el mundo: de vez en cuando, salir y leer un libro; nada de particular”, dice este parlamentario con esa sencillez de los políticos a los que no se les ha subido el cargo a la cabeza y siguen aferrados a su realidad de siempre.

Libre y con ilusión. Le gusta “la cultura de la participación y el debate”, y así destaca que el PSOE le ha dejado siempre “un grado de libertad importante”. García Lavandera cree que no hay que ceder a la sensación de impotencia, y que siempre hay que buscar soluciones a los numerosos problemas.

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