José Ignacio Uriarte: “Esperamos que la terminal del Dique del Este esté lista el 4 de marzo”

José Ignacio Uriarte, director general de Terminal de Contenedores de Tenerife (TCT). / DA

E. C. | Santa Cruz de Tenerife

La firma Terminal de Contenedores de Tenerife (TCT), integrada por las compañías OHL Concesiones y Marítima Dávila, apura sus trabajos de remodelación y acondicionamiento en el Dique del Este para poner en marcha la nueva terminal de mercancías. José Ignacio Uriarte, director general de la sociedad, ya pone fecha para la jornada inaugural: 4 de marzo. En el poco más del mes que resta para la conclusión de las obras, la sociedad aún tendrá que hacer inversiones por valor de 13 millones de euros. En estas semanas previas y de intenso trabajo, Uriarte afirma que el éxito o no de este nuevo reto empresarial no dependerá en exclusiva de los esfuerzos de TCT: “Existen también otros componentes que pueden ser tan importantes como nosotros en este relanzamiento, como los consignatarios, que son los que tienen que hacer un esfuerzo importante para tratar de atraer navieros que de por sí ya atienden ellos”, sostiene Uriarte.

-¿Qué les impulsó a iniciar este proyecto tan importante, en estos momentos de tantas turbulencias económicas y sociales?

“Desde un principio, entrar en el puerto de Santa Cruz de Tenerife se presentó como una alternativa muy viable porque sólo existía una terminal, y en la mayoría de los puertos siempre existen dos terminales. También consideramos que su localización, siendo similar al de Las Palmas, es apropiada. Si Las Palmas tiene éxito haciendo trasbordo entre Sudamérica, África y el norte de Europa, pues lo mismo puede hacerse desde Tenerife. Como creemos en esa posibilidad, consideramos positivo participar en la oferta que se sacó para la terminal”.

-¿Nota usted las expectativas existentes en la sociedad tinerfeña hacia ese relanzamiento del Dique del Este?

“Sí, las hay, y quizás sean un poco exageradas, porque en realidad nosotros sólo somos una parte de lo que es el puerto. Existen también otros componentes que pueden ser tan importantes como nosotros en ese relanzamiento, como los consignatarios, que son los que tienen que hacer un esfuerzo importante para tratar de atraer navieros que de por sí ya atienden ellos. Esto no es un esfuerzo de una sola compañía. El éxito no es sólo cuestión de un agente, sino que se trata del trabajo de una comunidad y es esa comunidad la que tiene que hacer el esfuerzo; los trabajadores portuarios, que creo que lo están haciendo, y las autoridades portuarias, que también; pero no hay que olvidarse del componente de la ciudadanía”.

-¿Se refiere al componente político-social?

“Exacto. Y sé que es delicado porque muchas personas miran al puerto de Santa Cruz de Tenerife como algo que hay que eliminar. Para mí, las instalaciones portuarias son un componente más de la ciudad. Está claro que las grúas no son tan bonitas como los barcos de pasaje, pero dan más dinero en el día a día para el mantenimiento de la ciudad y su progreso. Detrás de un puerto hay una industria muy importante”.

-¿Qué impacto económico podrá tener para la Isla la entrada en funcionamiento de la nueva terminal? ¿Se ha hecho un cálculo de los nuevos puestos de trabajo que se generarán?

“Es difícil de cuantificar. Si nosotros tenemos mucho éxito, se generarán muchos puestos de trabajo. Por ejemplo, si llegan muchos contenedores de trasbordo, la plantilla de estibadores tendrá más trabajo y quizás tenga que ampliar su número de trabajadores. Lo mismo ocurrirá con los camioneros… Pero decir una cifra real ahora mismo en muy difícil. Nuestra plantilla interna, la de la empresa, será de unas 30 o 40 personas, que ya son puestos nuevos de trabajo, pero el impacto que pueda tener en terceros aún no lo tenemos cuantificado. Eso dependerá del éxito que tengamos nosotros en atraer nuevos tráficos”.

-¿Cuándo empezarán los trabajos de manera efectiva, una vez hayan concluido las obras?

“Nosotros esperamos tener la terminal lista para empezar a operar el 4 de marzo próximo. Eso no quiere decir que ese día ya tengamos navieros nuevos, pero sí estamos en disposición. Yo llevo, desde que me incorporé, en abril de 2012, visitando armadores y a potenciales clientes en Asia, Europa y Medio Oriente, tratando de captar ese nuevo tráfico que puede ser el salvador de todos. En esa labor sigo. De momento no tenemos ningún cliente nuevo. Estamos trabajando”.

-¿Las sensaciones, cuando negocia con ellos, son buenas?

“Hay que tener en cuenta que el tráfico de trasbordo, que es para lo que está pensada esta terminal, es un coste que normalmente el armador no puede repercutir al receptor. En todas las navieras, y más en una época como la actual, en la que los tráficos marítimos están bajando, el armador, en todo lo que es trasbordo, si no lo tiene bien estructurado para estar convencido que lo puede hacer, lo mira con un poco de recelo. Al final no dejan de ser costes extras y ahí es donde entran en juego los otros componentes que pueden ayudar a que estos costes extras se vean reducidos o que puedan considerarse una mejora”.

-¿Cómo ha incidido la crisis en el tráfico de mercancías y en la actividad portuaria?

“La demanda, en general, en el consumo de productos ha bajado y hay muchos sectores que están parados, como el del sector de la construcción. Eso se nota, claro, en el transporte de mercancías”.

-¿Qué tal está siendo la relación con la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife?

“No puedo decir más que excelente. Nos están apoyando en todo lo posible, pero me imagino que será igual con todos los agentes sociales y económicos que hagan el bien con el puerto. Nos tratan muy bien, pero no creo que hagan nada especial con nosotros que no hagan con los demás, sólo que tienen una actitud positiva hacia el crecimiento y hacia el desarrollo del puerto”.

-Muchos dan por hecho que la competencia con CAPSA será un condicionante sano para el puerto.

“Será sano siempre y cuando se consiga atraer volumen. Si el volumen es pequeño y hay dos peleando por el mismo tráfico, eso no soluciona nada. Hay que tratar de generar más tráfico y entonces la competencia sí será sana, porque entonces todo el mundo tiene su cliente, lo que permitirá que los niveles de precios sean sostenibles. Muchas veces, cuando los tráficos son pequeños, por tratar de mantener lo que tienes y por tratar de ganar, como es nuestro caso, los precios se mantienen tan al límite que la competencia se hace insana”.

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“Ahora estamos mejor para competir con Las Palmas”

¿Se puede hablar también de la competencia con el puerto de Las Palmas de Gran Canaria?

“Las Palmas es un puerto del Estado que ya está posicionado. Nos guste o no, han corrido más que nosotros y están en un estado más desarrollado que el nuestro, además de que, por espacio, el puerto de Las Palmas de Gran Canaria es mucho más fácil de desarrollar que el nuestro. Ahora bien, no cabe duda de que ahora estamos en condiciones de ofrecer a los armadores que operan en Las Palmas también una terminal y un espacio de muelle y de patio que antes no teníamos en esta Isla. Ahora estamos en mejor disposición para competir, si fuera necesario”.

¿Cuándo se podrá hacer una primera valoración de los resultados? ¿Qué margen se han dado para examinarse y ver cómo les va con esta nueva experiencia?

“A partir de mediados de este año, de 2013, tendremos que ser capaces de hacer las primeras valoraciones de la nueva actividad. Hay que ver que la terminal esté dando un buen rendimiento y que hayamos sido capaces de atraer armadores. Siempre que entramos en este tipo de infraestructura, todo es caro; todo supone un desembolso importante de dinero. Puedo decir que para terminar de acomodar la terminal aún restan por invertir 13 o 14 millones de euros, y seguro que hará falta nueva maquinaria una vez estemos en marcha”.

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