¡Si quieres vivir lárgamente, vive viejo! – Por Verónica Chinea

“Jamás un hombre es demasiado viejo para recomenzar su vida, y no hemos de buscar que lo que fue le impida ser lo que es o lo que será”
Miguel de Unamuno

El envejecimiento de la población es un hecho a día de hoy. El avance de la medicina, las nuevas técnicas de fisioterapia, los avances en nutrición, la información que nos hace ser conscientes de que hay cosas que cambiar en nuestros hábitos de vida y las mejorías en general del sistema de salud y trabajo han hecho que la esperanza de vida aumente.

En estos momentos, la sociedad contempla el aumento de ancianos en la población como un auténtico problema social, ya que este rango de edad pertenece a las clases pasivas, lo que hace que la idea de vivir activamente se haya acabado para ellos. La idea de que en la llegada de esta etapa ya no hay fines que perseguir, es idea obsoleta e inconveniente.

No hay que olvidar que nosotros, como individuos, somos agente de nuestro propio envejecimiento. Aceptar y ser conscientes de que existe un fin es el primer paso para poner empeño en proponernos objetivos y no dejar de hacerlo mientras se pueda.

Nuestra vejez es más larga, por lo que es importante aprender a gestionar esta etapa de nuestra vida.

Algunos estudios sugieren que los 50 años de vida son el punto de partida para prepararse para la vejez, aunque como en estos momentos la esperanza de vida se ha prolongado superando los 80 años en España puede ser contradictorio mencionar esa edad tan temprana.

Lo importante es que si a esa edad temprana y si es antes mejor preparamos nuestro cuerpo y mente para lo que viene llegaremos a una vejez con una alta calidad de vida. Esto implica un buen grado de autonomía, un gran nivel de actividad física y social, mejor predisposición para el goce y fuerza para resolver los desafíos de la vida cotidiana.

Para que nuestros mayores sean activos y totalmente independientes, hay que asociar hábitos saludables. Con respecto a la actividad física, es importante señalar que el ejercicios conserva y previene la atrofia muscular, mejora la movilidad de las articulaciones, facilita la circulación de la sangre, reduce el riesgo de enfermedades cardíacas y mejora la masa ósea.

Se aconseja realizar regularmente algún programa de ejercicios supervisados.

No hay ninguna fórmula predeterminada de ejercicios, pero con la ayuda de un profesional de salud se evaluará y buscará un plan de ejercicios adaptado a cada uno. Esto empieza desde analizar necesidades del día a día, como subir escaleras, ir al supermercado, cargar sus compras de la manera más cómoda, bajarse a coger algo que se caiga, subirse a un coche, hacer tareas domésticas simples, como por ejemplo hacer la cama, entre otras cosas.

Con esto la eficiencia, en ejecutar las actividades mejorarán posteriormente y el grado de independencia también. La hipertensión, los dolores musculares, dificultades respiratorias se pueden prevenir o controlar, como además la mejora de la inmunidad que es un punto importante para evitar enfermedades.

Es importante por tanto realizar una actividad física diaria entre otras cosas siempre supervisado por profesionales como fisioterapeutas expertos en geriatría, dándole calidad a tus años.

CONSEJOS
Otros consejos para mantener una la salud en esta esta etapa de vida son:
-Llevar una vida ordenada libre de estrés.
-Mantenerse siempre activo físicamente como ya se ha hablado antes.
-Mantenerse activo intelectualmente, realizar actividades como la lectura, aprender un idioma, o cualquier actividad que permita permanentemente pensar.
-Desarrollar una actividad social, participar en reuniones con amigos por ejemplo.
-Llevar una alimentación adecuada para lo que se consulta al especialista.
-Aceptar y ser consciente de que existe un fin es el primer paso para proponerte objetivos.
Como dice Victoria Camps, catedrática de filosofía moral y politíca, “es la inacción, no los años, lo que nos arroja a la desesperación y al aburrimiento” y añade que “la vida es un proyecto, un quehacer, y solo realizándolo podemos llenarla de sentido, a pesar de nuestras limitaciones humanas”.