Entomófagos – Por Juan Carlos García

Un país entra en recesión, otro espía a periodistas. Una organización invita a comer insectos y diversos cargos de un partido político se rebelan contra su líder. Estas cuatro acciones bien podrían haberse registrado en zonas geográficas ajenas al desarrollo económico y democrático. Nunca más lejos de la apariencia. A Francia corresponde el primero. A Estados Unidos, el segundo. Es la ONU, a través de la FAO, la institución de ámbito mundial que promueve la dieta entomófaga, en el resto de los humanos que aún no la ha asumido, con el objetivo de combatir el hambre en el mundo. Un informe presentado hace unos días en Valencia sobre el nivel de pobreza en las comunidades autónomas revela, entre otros datos, que en Canarias ha crecido un 21% desde 2006, el triple de la media nacional, un 8%. Más que nunca. Pero, por favor, nunca más. Un registro inquietante. El cuarto supuesto corresponde al rechazo de diversos presidentes de autonomías regidas por el PP del polémico déficit a la carta propuesto por Rajoy. El galardonado director de escena en los Premios Max, Mario Gas, dijo: “El teatro sirve para saber quiénes somos, dónde nos encontramos, para poder decir dónde están las contradicciones y en qué se equivocan los que nos mandan, los que creen que nos mandan”. En Reino Unido gana adeptos la corriente eurófoba, incluso entre varios ministros, dispuesta a desgajarse de la Unión Europea. Algunos abogan por congelar las inmigraciones. “Somos un país pequeño, ya no hay espacio y no todos vienen a trabajar”, aseveran. En la línea del premiado de las artes escénicas, observo que el Parlamento, como todo foro institucional, sirve para saber quiénes son, dónde se encuentran, para poder decir dónde están las contradicciones y en qué nos equivocamos los que obedecemos, los que ellos creen que obedecemos. No descarto que Canarias se sume, en su momento, a las recomendaciones alimentarias de la ONU. No será por falta de insectos y gusanos.