X
santa úrsula >

Alertan de la venta de comida casera ilegal y sin control sanitario

   

Vista aérea de Santa Úrsula

En la comarca de Acentejo empieza a surgir este tipo de negocios sin registro de la actividad. /MOISÉS PÉREZ

LUIS F. FEBLES | Santa Úrsula

Un grupo de vecinos y varios pequeños empresarios de Santa Úrsula alertan de la venta ilegal de comida casera elaborada en casas particulares sin control sanitario, carente de alta de actividad y sin las medidas higiénicas exigidas por los organismos competentes.

Así, denuncian que varias personas, más concretamente una mujer de unos 60 años, se dedica desde hace tiempo a despachar platos elaborados a precios módicos que provocan una competencia desleal con otros negocios relacionados con el sector. Uno de los problemas que afectan al estado de conservación de los alimentos es el transporte, totalmente inadecuado. “Las bandejas de carne, ensaladilla o croquetas las mantiene en el maletero de un viejo coche sin control de frío y en cajas de corcho, tapada con mantas; se corre el riesgo de intoxicación y de generar un problema de salud pública”, apuntan los denunciantes. Agregan la señora en cuestión, residente en el municipio, “ha llegado incluso a hacer comida para bautizos y cumpleaños, sin ser consciente del daño que ocasiona para los consumidores y las personas que pagan su cuota de seguro autónomo y de la Seguridad Social”.

Acusan a una mujer, de unos 60 añoS de transportar los alimentos en cajas tapadas con mantas

No obstante, los afectados ya han dado parte a la Policía Local y al Ayuntamiento, “aunque hasta que no la pillen en plena transacción va a resultar complicado encontrar una solución al peligroso inconveniente; hay que concienciar a los ciudadanos”, sostiene un vecino.

“Nos preguntamos si el lugar donde se preparan los alimentos tiene la debida extracción de humos y las medidas adecuadas para la utilización de los combustibles industriales como el gas o el propano. No hay que olvidar que es de obligado cumplimiento la actualización de las normas de desratización y desinsectación de la zona de elaboración, así como sus medidas correctoras”, concluyen los denunciantes.

Se trata de una práctica que ha ido aumentando con el paso del tiempo y con la crisis económica. En la zona Norte, Santa Úrsula, La Matanza y La Victoria son el principal campo de influencia.