J. F. J. | La Laguna
La aluminosis continúa su avance imparable en Las Chumberas. Tras el apuntalamiento de múltiples viviendas, el desalojo de algunas de ellas y el precinto de un bloque completo, ahora son los espacios públicos de la urbanización los que empiezan a verse amenazados. El Ayuntamiento de La Laguna ha decidido vallar parte de la plaza La Estrella, donde se concentran la mayoría de locales comerciales de la zona, ante el serio peligro de que se produzcan desprendimientos de casquetes. La presencia de polvo en el suelo, caído de los edificios colindantes, ha encendido la luz de alarma.
Entre tanto, vecinos y políticos locales siguen a la espera de la prometida reunión con el subdirector general de Vivienda, Anselmo Menéndez, para terminar de cerrar con el Ejecutivo central los flecos técnicos y burocráticos que permitan poner en marcha de una vez la anhelada rehabilitación del barrio. Estaba prevista que este encuentro se celebrara el pasado mes de abril, pero de momento ni siquiera se ha fijado fecha para ello. Desde la constitución de la comisión técnica del proyecto, el pasado mes de enero, no se ha producido ningún avance negociador.
Los afectados por la aluminosis en Las Chumberas empiezan a desesperarse, mientras que el deterioro de los edificios y el barrio en general resulta cada vez más notorio y preocupante. El portavoz de estos vecinos, Ricardo González, no disimula ya enojo con la situación. “No han cumplido con su palabra y la situación es ya insoportable”, repite una vez más. La vuelta a las movilizaciones en la calle podrían ser cuestión de tiempo.
Cinco años después de que se detectara la aluminosis, aún no se sabe en qué condiciones se va llevar a cabo la reposición de las viviendas, cuantos bloques se beneficiarán de ella y en qué condiciones se desarrollarán las obras. Desde el Partido Popular en Tenerife piden tranquilidad y confianza a los vecinos, convencidos de que la respuesta a todas estas interrogantes no tardará en llegar, pero, de momento, desde la reunión del pasado enero en Madrid entre el alcalde Fernando Clavijo y representantes del Ministerio de Fomento, poco se ha conseguido avanzar. “No podemos esperar a que ocurra una desgracia; esto es un sinvivir”, exclama González. El vallado parcial de la plaza La Estrella es una prueba más de que el problema no hace sino crecer. Y la paciencia tiene un límite.