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El Teide sufre dos pulsos de emisión de gas desde 1997

   

Vista del Pico del Teide y su cráter,

Vista del Pico del Teide y su cráter, donde se producen emanaciones dispersas, silenciosas y no visibles. / WWW.FOTOSAEREASDECANARIAS.COM

DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife

Investigadores del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) han publicado en la prestigiosa revista científica Journal of the Geological Society, editada por la Sociedad Geológica de Londres, los resultados de un trabajo de investigación relacionado con la evolución espacio-temporal de la emisión difusa de dióxido de carbono por el pico del Teide desde 1997 hasta 2011. Durante estos 15 años se han registrado dos pulsos de emisión de dióxido de carbono, en 2001 y en 2009, con tasas de emisión difusa de dióxido de carbono a la atmósfera de 161,6 ± 20,2 y 179,9 ± 20,7 toneladas diarias, respectivamente, a través de los 0,11 kilómetros cuadrados de área investigados en el Teide.

El primero de los pulsos de emisión difusa de dióxido de carbono se detectaba en el 2001, casi tres años antes de registrarse un periodo de actividad sísmica anómala en la isla de Tenerife y sus alrededores registrada a partir del 22 de abril de 2004. El segundo pulso fue en 2009 después de haberse detectado en 2008 un incremento del ratio dióxido carbono/metano en las fumarolas del Teide, lo que refleja un proceso de inyección de fluidos magmáticos en el sistema volcánico-hidrotermal del Teide en profundidad.

En la actualidad estos resultados no se pueden obtener a través de redes instrumentales permanentes sino a través de campañas científicas periódicas que conllevan la realización de centenares de medidas de flujo difuso de dióxido de carbono en los 0,47 kilómetros cuadrados investigados del Pico del Teide, mediante el uso de sensores de infrarrojo portátiles acoplados a un sistema de cámara de acumulación. Los mayores registros de flujo difuso de dióxido de carbono en la campaña científica del 2001 alcanzó los 11,8 kilogramos diarios por metro cuadrado, mientras que el máximo valor de flujo registrado en la campaña científica del 2009 fue de 34,7. Por el contrario, el máximo valor de flujo difuso de dióxido de carbono registrado desde 1997 tuvo lugar en la campaña de 2010 con 79,7 kilogramos diarios.