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Santa Cruz dota con 300.000 euros el desarrollo del I Plan de Mayores

   

Mayores en Las Teresitas

La realización de deporte al aire libre es una de las actividades que se fomentan con el Plan de Mayores. / O.M.

NATALIA TORRES | Santa Cruz de Tenerife

Con una población de 46.350 personas que supera los 60 años, o lo que es lo mismo, el 22% de la población total de Santa Cruz de Tenerife a 1 de enero de 2012, la capital no había desarrollado hasta el momento el Plan de Mayores que fue diseñado en 2011 y cuyo marco temporal se alarga hasta 2014. Un documento que reconoce que la capital es el municipio con mayor tamaño poblacional de personas mayores de la Isla y en el que, sin embargo, los recursos con los que cuenta para su atención son comarcales o insulares. Desde su elaboración, se han puesto en marcha distintas actividades aplicando las directrices de este documento, pero no ha sido hasta este mes de julio cuando, por primera vez, se ha sacado a concurso público su desarrollo integral, contando con una dotación presupuestaria que supera los 300.000 euros.

Hasta el momento, y según explica la concejal de Asuntos Sociales, Alicia Álvarez, unos 500 mayores han participado en lo que va de año en las actividades que se fomentan con este plan, como por ejemplo mejorar la calidad de vida a través del envejecimiento activo: “Lo que pretendemos es que nuestros mayores adquieran habilidades y aptitudes para mantener una vida independiente, que salgan a la calle con total autonomía”, detalla Álvarez.

Entre las distintas acciones que se contemplan están las de la mejora de la condición física, de los conocimientos culturales, talleres o visitas a museos. “Para todo ello necesitamos contratar a gente que organice e imparta las actividades y de ahí el motivo por el que hemos sacado a concurso este plan que cuenta con un contrato cuyo valor alcanza los 318.968 euros”.

La fórmula por la que estas personas llegan a los talleres es muy variable puesto que, como explica la edil, “se envía gente a estas iniciativas desde las propias oficinas de distrito o desde las asociaciones de mayores que se interesan por las acciones pero una parte fundamental de los usuarios procede de las Unidades de Trabajo Social (UTS)”.

Es precisamente desde estas últimas donde más se detectan las necesidades de este sector poblacional, como reconoce Álvarez: “En este caso son los trabajadores sociales los que detectan, entre las muchas personas mayores que vienen a pedir ayudas para la luz o el agua, a los posibles usuarios de estas actividades y que puedan necesitar apoyo de algún tipo”.

Mayores solos

Una preocupación del área de Asuntos Sociales es precisamente el número de ancianos que viven solos. Así, según se refleja en el Plan de Mayores y en base a datos de 2010, en Santa Cruz había 4.773 mayores que vivían solos, lo que representa el 15% de la población mayor de 65 años. La mayoría de estas personas son mujeres, concretamente el 77%, mientras que viviendo en pareja se encontraban otras 11.584, o lo que es lo mismo, el 43% de la población mayor.

En cuanto a los índices de envejecimiento por distritos, el plan fija que es el de Anaga el que mayor porcentaje presenta (18%) mientras que si se tiene en cuenta solo en el número de personas mayores por área, el que más tendría sería el de Ofra-Costa Sur. Atendiendo a recursos económicos, se estima que, hace tres años, uno de cada cuatro mayores vivía por debajo del umbral de la pobreza.

La ayuda a domicilio sigue sin pliegos

Una parte importante de la atención a los mayores del municipio, si no la más importante, tiene que ver con el servicio de ayuda a domicilio, el mismo del que ahora hace un año que la cooperativa Mararía, encargada de realizarlo, quebrara y dejara sin atención a un millar de personas.

Esta quiebra obligó a Asuntos Sociales a recurrir a empresas privadas para que desempeñaran esta atención y que, mensualmente, los beneficiarios de esta presenten la factura en el Instituto Municipal de Atención Social (IMAS). “Mes a mes tenemos que dar salida a más de 1.000 facturas, un trabajo que va acompañado además de numerosa documentación que se les requiere a las empresas para comprobar que se está dando la atención como es debido”, explicaba la edil de Asuntos Sociales.

Junto a los beneficiarios que se quedaron sin servicio de la noche a la mañana, las 200 trabajadoras de la cooperativa siguen esperando por un puesto de trabajo un año después bajo la promesa municipal de que, cuando se saque de nuevo el servicio a concurso público, se buscará la fórmula para incluirlas.

Un compromiso cada vez más lejano en el tiempo ya que, como reconoció la edil de Asuntos Sociales: “Si por mí fuera, tendríamos ya los pliegos pero son otras instancias, concretamente los servicios jurídicos, los que han puesto reparos a la licitación ya que mientras sea un asunto judicializado no podemos sacar la licitación”.