El Hogar Santa Rita se plantea cerrar el balneario por el déficit que genera

Roque Silva Falcón y Tomás Villar informaron ayer de la situación que atraviesa Santa Rita. / MOISÉS PÉREZ

GABRIELA GULESSERIAN | Puerto de la Cruz

La complicada situación económica que atraviesa el Hogar Santa Rita, en Puerto de la Cruz, no sólo ha obligado a los responsables de su gestión a presentar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), sino también a contemplar otras medidas, como la posibilidad de cerrar de manera temporal el balneario, “la joya de la corona” de la fundación, que genera un déficit mensual de 10.000 euros.

La decisión no es definitiva ya que dependerá si la Dirección General de Trabajo acepta en los próximos días el ERTE dado que 14 trabajadores desempeñan tareas concretas en ese espacio. Además, en tal caso, “sí se mantendría para uso interno”, aclaró el gerente del Patronato Fundación Canaria Hogar Santa Rita, Tomás Villar.

Este último ofreció una rueda de prensa junto al presidente del Patronato, Roque Silva Falcón, para informar de manera “clara y transparente” sobre la actual coyuntura del centro, en el que residen 752 ancianos, y las alternativas que se han contemplado para poder seguir adelante con la obra social “importante y necesaria” iniciada por el sacerdote Antonio María Hernández.

Antes las acusaciones de mala gestión, Villar precisó que los problemas comenzaron en el año 2008, aún estando el sacerdote, cuando se produjo el incendio en el hogar Santa Rita 1, que obligó a trasladar a 315 ancianos al centro de Las Dehesas. “Un suceso que lo marcó tanto a él como a la institución”. subrayó.

El sacerdote “se ilusionó” con terminar el centro de alzhéimer para alojar allí a los ancianos afectados por el incendio “y eso produjo una deuda con la Seguridad Social y originó problemas económicos” que luego se lograron solventar gracias, entre otras cosas, a los 5,2 millones aportados por el Gobierno regional para saldar la deuda que había con la Seguridad Social y saldar dos préstamos, dijo el gerente.

Préstamos

De hecho, dijo que el centro tuvo una solvencia “muy buena” hasta diciembre de 2012, y a día de hoy sólo quedan por cancelar una póliza y cinco préstamos personales a medio y largo plazo. Pero desde esa fecha hasta la actualidad y pese a la reiterada petición a las diversas administraciones, “hay ayudas que no llegan, como las del IASS, “que tiene 64 camas concertadas y debe cinco meses”, y la tramitación de los expedientes de dependencia”, cuyas solicitudes datan de 2007 y suponen “un importante monto”. De hecho, sólo reciben 48 de los 752 residentes que tienen derecho a acogerse a la ley.

Actualmente el centro tiene una deuda con la Seguridad Social que supera los 1,8 millones, una cantidad en la que se incluyen más de 240.000 euros de recargo, aprobado por ley recientemente y por eso esta entidad le ha embargado las cuentas. “Tenemos una deuda acumulada por cosas que no tenemos por qué tenerla. El hogar se mantiene por el milagro del Padre Antonio”, manifestó Villar, e insistió que ante esta situación “no hay más remedio que un plan de viabilidad que acoja un ERTE”, que afecta a 92 empleados.

Es más, Tomás Villar recalcó que “ningún trabajador se va a ir a la calle, sólo se pretende ganar tiempo y concretar negociaciones que nos den apoyo”.

El gerente pidió tranquilidad a familiares y residentes, quienes están preocupados por el futuro del centro.
Además, hizo un llamamiento a las instituciones porque si éstas cumplen su compromiso y se cancela la deuda con la Seguridad Social, se lograría terminar con el problema.