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Carmen Sánchez: “Cuidarse es una responsabilidad”

   

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Reportaje fotográfico de SERGIO MÉNDEZ


VERÓNICA MARTÍN | Santa Cruz

Carmen Sánchez posa para esta entrevista tal y como ella es, con un toque de distinción pero sencilla. En su centro de Puerta Canseco 25 (tiene otro en Fragata Danmark). Es de esas mujeres que habla bajito pero muy seguras de lo que dice. Por eso respira credibilidad. Su tono de voz pega con sus manos que se mueven sobre la piel de sus clientes de una manera suave pero decidida. En esta ocasión, la colaboración una vez más con la estilista Laura Quintana de Atelier8 (calle Viana 25, La Laguna) ha dado este resultado en vestuario para Carmen. Aprovechando una falda de vuelo con topos que jamás pasa de moda y una blusa en crudo con el complemento ideal de un cinturón de estética vintage. Este y otros modelos pueden conseguirse en esta tienda que nos pone al día de todas sus novedades a través de su Facebook/atelier8shop y su instagram @nosedominaalamoda, Laura Quintana siempre está dispuesta a crear looks adecuados a cada persona pero siempre con un toque muy particular, muy Atelier8. Una combinación perfecta que da como resultado esta sesión de fotos.

-Es usted la gerente de uno de los establecimientos estéticos con mejor reputación de la capital, ¿cómo se inició en este mundo?

“Empecé en la estética casi desde niña. Ahora soy madre y siempre le digo a mis hijos que lo importante es hacer lo que a uno le gusta y disfrutar de ello. Con 12 o 13 años atendía a todas las amigas de mi madre y ellas decían que tenían una esteticista en casa. Luego, con 18-19 años empezaron mis estudios oficiales en el mundo de la estética de forma privada y, a partir de ahí, he seguido hasta ahora. Eso sí, la formación siempre ha sido una constante en mi vida…”.

-Es un sector tremendamente cambiante donde hay novedades que revolucionan el mercado cada año casi…

“Sí, en este mundo siempre se está en constante cambio y es necesario formarse continuamente. Es un campo con mucha demanda y mucha investigación. Me gusta estar siempre preparada y estar al día de lo último que sale. Eso sí, me aburren los protocolos y los tratamientos preestablecidos. Adoro la alquimia dentro de la estética y fusionar técnicas farmacéuticas con aparatología… eso es lo que me lo hace pasar muy bien y me hace mantener la ilusión en mi trabajo. Conozco muy bien tanto la cosmética como la aparatología, pero mi mayor inspiración me viene de la piel de la persona… examinar esa piel y que sea ella la que te diga lo que debes hacer. Los conocimientos y los años de experiencia en este sector me hacen ser muy creativa en mi forma de atender a mis clientes y a fusionar todo tipo de técnicas”.

-Ahora se habla mucho de cómo actuar en la belleza desde el interior tanto como desde el exterior… ¿es otra moda más?

“En absoluto. Todo hay que trabajarlo en sinergia. Ahora los laboratorios están avanzando en la llamada nutricosmética y yo llevo hablando años de eso. Ahora hay laboratorios cosméticos y casas de nutrición que se están dedicando a esto. Pero ya hace tiempo que se podía activar el colágeno con radiofrecuencia y que si, además, se consumía vía oral ese colágeno, el resultado era más positivo. Ahora hay que incidir en los tratamientos de cosmocéutica, que es la aplicación de tratamientos con principio activo con productos que van a llegar al plano profundo que generan una recuperación en la piel impresionante. Los últimos tratamientos están basados en la biotecnología y la nanotecnología”.

-Sin embargo, ahora también se insiste en que la belleza exterior es algo que no tiene mucho sentido si no va acorde con algo interior, ¿opina lo mismo?

“A muchos clientes que vienen a hacerse un tratamiento corporal para adelgazar, por ejemplo, les digo que se vayan y se quedan descolocados… Si una persona quiere recibir un tratamiento corporal pero falla en la alimentación, el deporte o la ingesta de agua… no tendrá el resultado adecuado. Todo debe estar en armonía. Hay que cerrar el círculo entre el interior y el exterior”.

-Quizá venga de un pensamiento consumista en plan… “nos castigamos el cuerpo pero con dinero puedo resolverlo luego”…

“Cuidarse es una responsabilidad. Significa una disciplina y si no se tiene, poco puede hacer mi trabajo de forma independiente. Claro que podemos tratar la celulitis, pero si la persona no quiere bajar de peso es igual, eso significa que tendrá un menor resultado… a mí lo que me gusta es la alegría que trasmite una persona cuando ha logrado ese equilibrio externo e interno”.

-Es usted una persona muy activa y muy innovadora pero al mismo tiempo trasmite mucha serenidad. ¿Cómo lo logra?

“Esto va con la forma de ser de cada uno, pero es cierto que es como marca de la casa. Cuando quiero tener una prolongación de mis manos en cada cabina, al final termino seleccionando un personal que tiene esa característica. Esa serenidad no la he aprendido en ningún libro; es mi forma de ser y es algo innato en mi personalidad”.

-Este mundo de la estética se guía no solo por la innovación sino por las modas, ¿qué peligro tienen?

“Es un laberinto. Bajo mi criterio, muchas veces el reflejo de las modas estéticas son los famosos. En cabina veo muchas veces a personas de a pie que quieren, y lo hacen, traspasar los límites de la naturalidad. Uno que los activos que han dado problemas -y lo hacían los médicos- era la infiltración de polímeros que generaban inflamación y fibrosis. Un ejemplo de ello son los labios de Esther Cañadas que es extrapolable a cualquier persona de a pie. Ahora, todo lo que se utiliza son productos reabsorbibles que trasmiten mucha más naturalidad y no dejan secuelas. Otra cosa es esa persona que llamamos cara de pez, que es un asunto enfermizo y son aquellas personas que, se hagan lo que se hagan, nunca están felices con nada”.

-Entonces… en ocasiones es más psicológico que estético…

“Muchas veces los profesionales de la estética sufren la acusación que no es achacable a su práctica, sino al cliente. Yo he aprendido a decir no, eso significa que pierdo dinero porque la persona se lo hará en la competencia igual. Los médicos deberían también decir que no, porque hay pacientes que les piden una infiltración tras otra y se crean unas caras más que inexpresivas, que dejan de ser ellas mismas… Si, luego, examinas a esas personas veo a gente no muy feliz. Hay mujeres que están tristes y no se ven bien con nada de lo que se hacen… me encanta mi trabajo cuando contribuye a la gente a que se vea mejor. No quiero que la gente parezca que tiene 20 casi con 50. Quiero que se entienda que la piel es un órgano más y muy importante y por ello hay que cuidarlo”

-¿Qué tratamientos ya no hace?

“Por ejemplo, la micropigmentación donde la clienta busca el resultado del maquillaje. Me gusta como corrección a un problema. Ser honesto siempre te devuelve un buen revés… hay cosas que la persona no lo necesita y hay que ser muy profesional en este sentido, aunque se vaya a la puerta de al lado”.

-¿Por qué tiene tan mala fama el botox?

“Hay muchos tratamientos positivos. Lo fundamental es elegir las manos de un profesional siempre. El botox es una sustancia maravillosa bien puesto y a tiempo. Puesto en concentraciones mínimas no crea ningún problema, hay que pensar que se ha autorizado a ponerlo sin hacer ninguna prueba alérgica. Se pone en un músculo cuando empieza a generarse la arruga y deja de producirse, eso no significa que se quede inexpresivo. El problema está en que muchas famosas demandaban quedarse inexpresivas como el es caso de Nicole Kidman y luego se le echala culpa a la sustancia. También hay que ser honesto con los resultados que se ofrecen, hay técnicas que no sirven para todos…”.

-¿Por ejemplo?

“Por ejemplo, ocurre con el drenaje linfático y con la cavitación. Puedes entrar en foros que dicen que no son efectivos pero, claro, es muy probable que lo hayan recomendado a una celulitis fibrosa donde no es efectiva, y así es normal que la clienta hable mal. El diagnóstico es el éxito de los profesionales, tanto en la medicina como en la estética, hay que acertar con lo que ocurre para aportar el tratamiento que sea realmente efectivo”.

-¿Trabajan en sincronía con la parte médica?

“Sí, por supuesto, respeto mucho ese sector y necesito saber en qué punto interviene la esteticista y en qué momento entran los médicos… porque tenemos muchos clientes en común. Cada uno se dedica a su campo…”.

-También es cierto que en estética hay mucha competencia desleal que genera graves problemas como fue el caso de la silicona que se infiltraba en peluquerías en Gran Canaria cuya responsable terminó en la cárcel…

“Ese caso sentó precedente. Fue lamentablemente muy sonado a nivel nacional. Tienen que pasar estas cosas para encontrar los límites. Por eso es importante cumplir con la legalidad. Me parece mal por los profesionales pero también por las clientas que acuden a un sitio así”.

-¿Cómo llega a ocurrir algo así?

“Hay poca inspección y poca supervisión de centros por parte de la Consejería de Sanidad más estricta”.

-Ahora está el boom de centros que ofrecen depilación láser a unos precios muy bajos… ¿dan garantías?

“La depilación láser debe dar respeto porque puede generar secuelas y problemas importantes. Al tocar la dermis profunda, se pueden producir quemaduras. En esto, como en todo, no se puede meter a dar servicios de luz cualquiera con un curso de un fin de semana. Antes de someterse a un tratamiento de este tipo, debería preguntarse la experiencia del centro y, algo muy importante, el nombre del equipo que van a utilizar. Cuando trabajo con láser o acción mecánica, lo primero que hago es darle al cliente una ficha con el nombre de la máquina que se ha utilizado. Están entrando equipos sin control sanitario y eso es peligroso. Las franquicias, en este sentido, son el negocio del pelotazo: abren y se posicionan con competencia desleal porque ofrecen piernas enteras a 30 euros y, a esos precios, con las máquinas que usamos nosotros no amortizaríamos nunca la inversión. Sus máquinas no están garantizadas. En esto hay profesionales y hay gente que trabaja para el pelotazo. Ahora, ofrecen también cavitaciones con aparatos sin garantías donde apenas se están diez minutos. Es una estafa”.

-¿Podemos luchar contra la celulitis y el exceso de grasa?

“Por supuesto, siempre ha sido la parte más difícil. La celulitis en el cuerpo y las manchas en la cara son los dos puntos más conflictivos. Hoy en día tenemos armas para combatirlos siempre que se cierre el círculo con ejercicio físico, ingesta de agua y se tienen hábitos de vida sanos”.

-Avance cuáles serán los próximos tratamientos de su centro…

“Voy a seguir siempre en mi línea. Soy inquieta y va con mi persona estar siempre en vanguardia. Me encanta la aparatología pero nunca llegará a la calidad de las manos. Soy esteticista y la mano y el calor humano es algo que ningún aparato va a poder nunca suplir. Ahora, vamos a traer una terapia sacro-craneal y un tratamiento muy demandado: el masaje Kobido. Es increíble ver cómo un masaje es capaz de levantar una cara de esa manera”.