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CEPSA, una industria que abastece a las arcas públicas

   

Refinería de CEPSA, en Santa Cruz.

Imagen aérea de la Refinería de CEPSA, en Santa Cruz. | MOISÉS PÉREZ

MARÍA FRESNO | Santa Cruz de Tenerife

A la Refinería de CEPSA le crecen los enanos. En pleno debate sobre la idoneidad o no de mantener esta industria en el centro de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, los propietarios de la misma, el fondo soberano de Abu Dabi, decidió el pasado 20 de julio parar temporalmente la actividad de refino por razones puramente económicas. Así las cosas, la Refinería se ha topado, en los últimos meses, con un aluvión de críticas por su cuestionada contaminación del aire, a la vez que paraba su producción.

Dejando a un lado el debate medioambiental y profundizando en los factores económicos, las consecuencias del cese de una de las actividades de la principal industria de Canarias han sido enormes. Desde la asociación industrial (Asinca) se culpa al parón de la caída del sector en los últimos meses, más de un 24%, cuando en todo el año el descenso fue solo del 1,1%.

Asinca se muestra preocupada por el parón temporal de la principal industria canaria

La patronal, muy preocupada por este descalabro del sector, ha elaborado un informe en el que analiza la aportación de esta industria al tejido productivo de Tenerife y de Canarias, siempre desde el punto de vista económico. Guste o no, lo cierto es que CEPSA supone una “importante” fuente de ingresos para las administraciones públicas.

Según este informe, la Refinería aporta al Ayuntamiento capitalino, a la Autoridad Portuaria y al Gobierno de Canarias la cantidad de 20 millones de euros al año, en diferentes conceptos de impuestos y tasas, y cuenta con más de 300 proveedores y 1.300 personas trabajando en sus instalaciones, sin contar con los empleos indirectos. Desde Asinca insisten en que, al ser personal altamente especializado, otras industrias se aprovechan y reclaman sus servicios, lo que al mismo tiempo repercute en el beneficio de las mismas.

La central ha invertido unos 38 millones de euros en medio ambiente

Además, CEPSA supone el 40,5% de todas las exportaciones y el 54,5% de las importaciones. Más del 40% del movimiento del puerto de Santa Cruz de Tenerife se debe a la actividad de la Refinería y, por consiguiente, de la industria.

En cuanto a las reservas y existencias mínimas de seguridad, todo operador registrado que desarrolle una actividad comercial de productos petrolíferos tiene la obligación de constituir 92 días de sus ventas al mercado nacional.

De ellos, la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), responsable de la gestión de estas reservas, se ocupa de mantener un mínimo de 42 días. CEPSA es la que custodia tanto en la Refinería como en otras instalaciones del Archipiélago la mayor parte de las reservas que Cores posee en Canarias.

Como industria contaminante que es, Cepsa también habla de medio ambiente. En este sentido, la Refinería ha invertido, en los últimos cinco años, 38 millones de euros en este concepto de los cuales el 68% fue dedicado a la mejora de la calidad del aire.

El sector espera que en noviembre reinicie su actividad de refinado

En el informe, la propia CEPSA reconoce que tanto los datos de 2011 como los de 2012 y 2013 cuestionan la necesidad de realizar un nuevo plan de calidad del aire porque, a su juicio, las medidas propuestas no apuntan a la solución del problema. Por ejemplo, indica que los problemas que se generan son “puntuales” y que el plan los pretende atacar a través de valores límite que afectan al total de días de funcionamiento de la Refinería.

“Medir más no soluciona tampoco el posible problema de funcionamiento anormal de una instalación con la confluencia de unas condiciones meteorológicas desfavorables”.

A día de hoy, no hay una fecha exacta del reinicio de la actividad. Fuentes industriales apuntan al próximo mes de noviembre. Mientras tanto, la Refinería continúa como centro logístico y de almacenamiento.

Debate

¿Queremos una Refinería urbana?

La Refinería lleva más de 80 años en el mismo lugar. El crecimiento demográfico de la capital la colocado en pleno centro de la urbe. Por ello, puede ser hora de plantearse el debate sobre su traslado o cierre. Desde la patronal industrial no se descarta y apuntan que si, finalmente esto es así, puesto que ya no es rentable económicamente, hay que hablar de las consecuencias. No solo las económicas para la ciudad, sino también para las Islas. Consecuencias sobre el empleo y las industrias adyacentes. Para el Puerto capitalino y, en definitiva, para gran parte del tejido empresarial de la Isla. Asimismo, la patronal plantea que un posible cierre no repercutirá tanto en el abastecimiento de las Islas, sino en el avituallamiento de los aviones y buques. “Ésta es una cuestión que hay que tener en cuenta porque muchos barcos y aviones se autoabastecen en las Islas y si Canarias pierde esta capacidad se irán a otro sitio”. “Hay que tenerlo en cuenta”, señalan desde la patronal Asinca.