“Si me llamas es que se ha muerto alguien o nos tocó la lotería”

Celebración en la gasolinera Repsol de El Porís. | NORCHI

NORBERTO CHIJEB | El Porís

“Si me llamas mañana es que se ha muerto alguien o nos tocó la lotería”. “No se ha muerto nadie”, le dijo una compañera a Laura Romero, que enseguida, casi aún dormida, entendió que había ganado 100.000 euros.

Laura es una habitual clienta de la gasolinera Repsol en el Porís de Abona, una de las muchas a la que hoy le sonrió la fortuna, que compartía con una veintena de trabajadores entre las que se encontraban Miriam González, la hija del dueño de las siete gasolineras que trajeron a Tenerife 200 millones de euros y que compró los 1.600 décimos del 79.712, un número que no era habitual en la empresa.

Laura Romero, que hoy cumplía años, reconocía que la suerte le llegó casi de casualidad porque “aunque vengo casi todos los días por aquí” no fue “hasta hace un par cuando compré el décimo. Nadie me lo ofrecía”, decía con cierto reproche. “Este dinero –continuaba- significa un empujoncito, sobre todo para ayudar a mi sobrino y a mis padres”, relataba en el exterior de la gasolinera.

En el interior, entre clientes y trabajadores, Miriam González reconocía que “cada hermano nos hemos quedado con un décimo” y al ser preguntada por su padre, la mano que decidió la suerte de tantos tinerfeños, comentó que “él dice que se quedó un décimo, aunque igual tiene alguno más”.

Justo a su lado nuestro compañero José Manuel Pitti, director de Onda Tenerife, la emisora de radio propiedad del grupo González que está justamente en lo alto de esta gasolinera, lamentaba no haber comprado ningún décimo, si bien se mostraba eufórico “por la alegría que ha traído José Miguel González a tantas personas del sur”, como por ejemplo a su compañero de emisora, Román Luis de Borges.