El temporal amainó a tiempo para evitar la libertad de los parricidas

Ponce ‘el Curandero’, durante el juicio del pasado octubre. / JAVIER GANIVET

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

El temporal que hace dos semanas castigó a buena parte de Canarias y que tuvo especial incidencia en la Isla de Tenerife amainó a tiempo para que se pudiera celebrar la vistilla que prorrogó la prisión provisional de los condenados por el doble parricidio de Vistabella, según ha podido averiguar este periódico en fuentes judiciales.

Como quiera que la sentencia dictada recientemente por la Audiencia provincial de Santa Cruz de Tenerife no es firme, dados los recursos presentados por los dos abogados defensores ante el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, la celebración de dicha vistilla era imprescindible para impedir que la llegada del 13 de diciembre -justo dos años después de su arresto- provocara la liberación inmediata del llamado Ponce el curandero y su esposa, Sonia.

Como recordarán los lectores, fue el pasado 1 de noviembre cuando se admitió como válido el veredicto del jurado por este caso, que tanta repercusión tuvo al ser las víctimas los dos hijos de la acusada, de 11 y 5 años, éste último también hijo del condenado por estos hechos.

Posteriormente, fue el pasado 20 de noviembre pasado en que la página web de DIARIO DE AVISOS adelantó la sentencia de la Sección Quinta de la Audiencia provincial en la que se fijaba la máxima pena posible a los dos condenados: cuarenta años de cárcel para cada uno, que corresponden a veinte por la muerte de cada uno de los niños.

Sin embargo, los viajes que durante estos meses tuvieron que realizar los magistrados de la Sección Quinta para celebrar juicios en otras islas, la saturación de asuntos pendientes y la pérdida de días hábiles por el mal tiempo (la semana anterior al temporal ya hubo fuertes lluvias sobre Tenerife) fueron retrasando la fecha de la vistilla.

A este respecto cabe recordar que si bien en la tarde de aquel miércoles 11 se anunció por parte de las autoridades de la vuelta a la normalidad en Tenerife, un cambio del pronóstico meteorológico debido a la falta de viento hizo que a las nueve de la noche de ese día se volviera a suspender la actividad lectiva. Incluso, como detalló a este periódico el director general de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, Juan Manuel Santana, los especialistas detallaron que lo peor se preveía entre las seis y las nueve de la mañana.

Felizmente, aquella mañana dejó de llover con intensidad sobre el área metropolitana tinerfeña y se pudo proceder al traslado de los dos encarcelados desde el Centro Penitenciario Tenerife II (El Rosario) hasta el Palacio de Justicia de Santa Cruz de Tenerife, donde finalmente a la una y cuarto de la tarde se celebró la vistilla que prorroga de momento otros dos años la prisión provisional para Ponce el curandero y Sonia.

De lo precipitado de la celebración de la vistilla da buena cuenta que la abogada de una acusación particular no pudo desplazarse a tiempo desde El Hierro para asistir a la misma.