JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife
“Los estados miembros de la UE no tienen que informar a la EMSA (siglas en inglés de la Agencia Europea de Seguridad Marítima) sobre sus planes respecto a las actividades de exploración de petróleo o gas”. Así de contundentes se muestran en Bruselas sobre las prospecciones que se realizarán en aguas canarias este verano. Y es que, pese a las reacciones y la oposición del Gobierno autonómico y buena parte de la población del Archipiélago, la firme decisión del Ejecutivo central y del propio ministro de Industria, José Manuel Soria, no encontrará ninguna traba en el seno de la UE.
Así, según confirmó a este periódico Louis Baumard, responsable de la Oficina de Comunicación de la EMSA, “las empresas petrolíferas (sic) y de gas son plenamente responsables de los daños medioambientales que causen a las especies marinas protegidas y a los hábitats naturales”. “Y deberán demostrar que tienen suficiente capacidad financiera para cubrir las consecuencias de un posible incidente”, recalcó Baumard, quien no obstante recordó que “antes de empezar cualquier perforación, los operadores tendrán que realizar un análisis de riesgo completo y preparar un plan de emergencia de respuesta, que será examinado por la Agencia Europea de Seguridad Marítima. Y la actividad solo podrá empezar tras la aprobación por parte de una autoridad nacional independiente (en este caso, el Ministerio de Medio Ambiente)”.
“Las empresas que operen en aguas comunitarias deberán demostrar además que su política de prevención de riesgos se aplica también fuera de la UE”, denotó la responsable de la Oficina de Comunicación de la EMSA, quien insistió en que “el mandato de la agencia no incluye la preparación de informes previos sobre estas prospecciones”.
La Agencia Europea de Seguridad Marítima es la entidad de la Unión Europea que se encarga de reducir el riesgo de accidentes marítimos, de luchar contra la contaminación marina y de coordinar los esfuerzos de búsqueda y rescate en la mar. Su sede central se ubica en Lisboa. Se creó en 2002, a raíz de varios accidentes marítimos en aguas del continente en un corto espacio de tiempo, entre los cuales estaban el ferry M/S Estonia (1994) y los petroleros Erika (2000) y Prestige (2002). La EMSA se compone de una plantilla cercana a las 200 personas, y opera una pequeña red de 16 embarcaciones fletadas para la recogida de vertidos en el mar. En el año 2012 su presupuesto superó los 50 millones de euros, de los que más de un tercio se destinó específicamente a tareas contra la contaminación en el mar.
El pasado viernes, el ministro José Manuel Soria señaló que las prospecciones de Repsol para buscar hidrocarburos en aguas cercanas a Lanzarote y Fuerteventura comenzarán “entre julio y septiembre”. Una fecha algo más tardía que la anunciada en noviembre por el presidente de la compañía petrolera, Antonio Brufau, quien manifestó que Repsol y sus socios en este ambicioso y controvertido proyecto (la alemana RWE y la australiana Woodside) estarían listos para comenzar a perforar a partir de mayo de 2014, si obtienen el visto bueno del Ministerio de Medio Ambiente. Este aún no se ha pronunciado sobre la declaración de impacto ambiental que se ha presentado, pero tanto Soria como el propio presidente Mariano Rajoy insisten en que “no alterará” el plan previsto por el Gobierno popular.