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Un tinerfeño es condenado a siete años de cárcel por abusar de su sobrina de cinco

   

TINERFE FUMERO Santa Cruz de Tenerife

La Sección Sexta de la Audiencia provincial de Santa Cruz de Tenerife ha condenado a un varón tinerfeño de 28 años de edad a siete años y un mes de cárcel al entender probado que es el autor de un delito continuado de abuso sexual en la persona de su propia sobrina, quien apenas tenía cinco años cuando fue víctima de estos hechos.

En la sentencia, que se hizo pública esta semana, se relata como demostrado que el ahora condenado, que en el momento de la comisión del referido delito tenía 19 años de edad, solía acudir al domicilio de la familia de la niña, ubicado en el área metropolitana de Tenerife.

En tales visitas, según desveló la víctima (que no contó lo acaecido hasta que cumplió los 10 años de edad), el ahora condenado la sometió a varios tocamientos y otros abusos.
Uno de dichos episodios fue corroborado por el testimonio de la madre, que acudió al salón tras oír gritar a su hija, y de los facultativos que la atendieron en el Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria. La excusa que dio el joven fue que la pequeña se había caído con la bicicleta y se había hecho daño en sus partes íntimas.

En la sentencia se detalla que el testimonio de la víctima le merece “plena credibilidad” a la Sala, ya que concurren todos los requisitos exigidos por la doctrina marcada por el Tribunal Supremo a tal fin. Tales requisitos son la ausencia de intencionalidad subjetiva (a la víctima no le mueve ánimo de venganza o resentimiento alguno); verosimilitud del testimonio (verificable al contrastar lo alegado con datos objetivos periféricos y similares) y persistencia en la incriminación (que no existan discrepancias en lo declarado durante las distintas fases del proceso).

En cuanto a los cinco años que tardó la víctima en desvelar lo que había pasado con su tío, en la sentencia se recuerda que precisamente esa tardanza es un síntoma corroborador de los abusos sexuales padecidos pues, en palabras del experto que acudió a la vista, “cuando un niño pasa por una situación traumática [como la que nos ocupa] se suele asustar, bloquear y no suele hablar en el instante en el que se desarrollan pero que a medida que adquiere mayor lenguaje, al quedarle almacenados, les empieza a poner palabras”.

Siete años de cárcel por abusar de su sobrina de cinco
Además de la referida pena privativa de libertad, el condenado debe indemnizar con 6.000 euros a la víctima. Cabe recurso.