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Los replicantes

   
El presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, responde a la oposición en el debate de política general. / FRAN PALLERO

El presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, responde a la oposición en el debate de política general. / FRAN PALLERO

DOMINGO NEGRÍN MORENO | Santa Cruz de Tenerife

Quienes alcanzan el poder con demagogia terminan haciéndole pagar al país un precio muy caro. Esta sentencia no figura en un lugar destacado del Parlamento de Canarias. La pronunció Adolfo Suárez en la campaña electoral de 1977. “Pertenezco por convicción y talante a una mayoría de ciudadanos que desea hablar un lenguaje moderado, de concordia y conciliación”. Esta corresponde al día en que fue elegido presidente del Gobierno, el 6 de julio de 1976.

La memoria del copiloto, junto al rey Juan Carlos, de la transición a la democracia ocupó un asiento en la tribuna de honor de la Cámara regional con ocasión del debate anual de política general. El 1-1-2 reportó un aterrizaje forzoso. Era una falsa alarma, una tormenta en un vaso de agua. “Con sensibilidad y buen instinto, su labor [la de Suárez] se engrandece con el paso de los años”, proclamó Antonio Castro al leer la declaración institucional del Legislativo. Después, en el preámbulo de su discurso y tras un minuto de silencio seguido de una ovación, Paulino Rivero anunció la concesión del Collar de la Orden Islas Canarias.

debate nacionalidad

“Ojito con lo que dices, Asier Antona”. / F. P.

Para enmarcar son algunas frases lapidarias esculpidas por el jefe del Ejecutivo autonómico. “Las cosas todavía no están bien, pero están mejor que en 2013”, dijo al principio. Luego aconsejó: “Reconozcamos dónde estamos para saber hacia dónde vamos”. Eso mismo le recomendó la oposición en la confrontación vespertina. Por la mañana, Rivero disparó una batería de iniciativas de reactivación económica y cohesión social en consonancia con las ya “cumplidas”. O de eso presumió. En la reanudación, Asier Antona (PP) y Román Rodríguez (NC) detonaron torpedos de largo recorrido contra la línea de flotación del bipartito. La carga de profundidad no quitó que las cabezas nucleares llevaran flores en la boca como invitación al diálogo. Sacaron la cinta métrica para medir las promesas y a ninguno de los dos le dio lo suficiente como para felicitar al alto dirigente por su gestión diligente. Insinuaron que, ya que tanto alardeaba de los estupendos indicadores del turismo, que se tomara unas vacaciones indefinidas. En otras palabras, que se largara a mudar. Pero en el fondo se quieren, quizá más que entre los propios compañeros. En los pasillos se cruzan miradas y se estrechan manos. No en vano, fuera del salón de plenos son como hermanos. Y hasta comparten enredos. Tal vez dentro no sean tan sinceros. Señalan con el dedo lo que al adversario le importa un bledo.

debate nacionalidad

La cara y la cruz del PSOE canario: el Gobierno y el partido. / F. P.

Crecido con los datos al alza, a Paulino Rivero le sobran “la fuerza y la ilusión” para sacar esto adelante. Se envalentonó ante Antón Pirulero. Que cada cual atienda a su juego, y el que no que suelte prenda.

En tiempo de descuento (gesto de arrancar hojas del relato presidencial), el intendente del grupo popular pegó un “volantazo social” que chocó contra un muro y el portavoz de Nueva Canarias provocó una explosión de gas al raspar un fósforo para ver la luz al final del túnel.

Si no hay con qué alumbrar el futuro, apaga y vámonos. ¡Que la llama sea de esperanza!

Román Rodríguez debate sobre el estado de la nacionalidad

Román Rodríguez, durante su intervención. | FRAN PALLERO

CLAMA AL CIELO

La calamidad clama al cielo. “La situación está muy mal y empeora para la mayoría de los canarios”, conjeturó Román Rodríguez desde el estrado. Sus profecías son para echarse a temblar: “Más paro, más miseria y pésimos servicios sociales”. Socorro, que viene el lobo. Frente al desencanto, el consenso impone su ley. Si invade competencias pletóricas habrá que recurrirla ante el Tribunal de la Concordia.

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Manuel Fajardo. ¿El corazón o la cartera? / F. P.