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Rajoy pide a la Generalitat “imaginación” dentro de la ley

   

EUROPA PRESS | Madrid

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, recalcó ayer que una vez que la “inmensa mayoría” del Congreso dijo no a transferir a la Generalitat la competencia para convocar un referéndum ahora “les corresponde” a sus promotores decir qué quieren que haga un Gobierno que, ha remarcado, no se va a saltar la ley, y les retó a usar la “imaginación”. Así replicó Rajoy al portavoz de CiU en el Senado, Josep Lluís Cleries, quien le preguntó si percibe el rechazo que existe en Cataluña al actual “encaje institucional de España” y cómo ha aumentado tras la respuesta que dio el Congreso a la petición del Parlament el pasado 8 de abril.

Rajoy repitió parte de los argumentos que esgrimió durante aquel debate reafirmándose en ellos y remarcando que él, al contrario que el presidente catalán, Artur Mas, decidió intervenir en esa discusión porque lo consideraba “importante” y quiso cumplir con su “obligación”. “Defendí lo que tengo la obligación de defender y usted también porque es senador: la legalidad”, apuntó.
Unilateral

También reiteró su disposición al diálogo, pero incidió en que “es muy difícil dialogar” cuando los partidos promotores de la consulta dieron una rueda de prensa para anunciar unilateralmente un referéndum, con fecha y preguntas, y no tuvieron “a bien comunicárselo al Gobierno y a las Cortes”.
“Claro que queremos dialogar, pero ni el Tribunal Constitucional ni las Cortes admiten ese referéndum porque dicen que es ilegal. Por tanto, le corresponde a usted decir ahora qué quieren que hagamos.¿Le pide usted al presidente del Gobierno que se salte la voluntad de las Cortes, la soberanía nacional y el Tribunal Constitucional? Eso no puedo. Por tanto, imaginación, señor Cleries”, enfatizó el presidente.

Rajoy volvió a acusar a los promotores de la consulta de “falsear” las palabras cuando hablan de “derecho a decidir”, hizo hincapié en que también el resto de los españoles tienen derecho a decidir lo que quieren que sea su país y en que todo el mundo tiene derecho a votar, pero siempre dentro de la legalidad.
Además, insistió en las consecuencias económicas que tendría una hipotética independencia, hablando de nuevo del “empobrecimiento” de Cataluña.