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Redes animalistas – Por Ylka Tapia

   

Granjas y mataderos de conejos denunciados por incumplimiento de las normas higiénicas y sanitarias que regulan las explotaciones de carne para consumo y por maltrato animal. La ONG con más seguidores en Facebook de España, Igualdad Animal, ha publicado los resultados de una investigación que ha durado dos años; todo ese tiempo infiltrados y documentando cada movimiento de los que trabajan sin ningún tipo de profesionalidad o empatía y avergonzando a una industria que, en este país, carece de órganos de control y una legislación que proteja eficazmente a los consumidores y, por supuesto, a los animales.

Aun siendo de interés público, la ONG ha tenido que valerse de los canales comunicativos que representan las redes sociales para llegar a los medios convencionales. Si analizamos su estrategia, lanza una página web que, por ejemplo, en el caso de esta última investigación, es www.granjasdeconejos.org. Posteriormente, difunde vídeos y fotografías en su página en Facebook (que tiene más de 850.000 seguidores) y en su cuenta de Twitter (42.000). Apela a las emociones e insta a compartir como forma de contribuir a la causa. Su éxito radica en su comunidad, y en el compromiso de la misma.

Pero no son los únicos que recurren a estos medios: El caballo de Nietzsche es el espacio del periódico digital ElDiario.es dedicado en exclusiva a la defensa de los derechos de los animales. Su descripción es clara: “somos la voz de quienes no la tienen y nos comprometemos en su defensa. Porque los animales no humanos no son objetos sino individuos que sienten”. Desde 500 a más de 13.000 compartidos o “me gusta” por artículo, es otro ejemplo más del comentario -que me hizo y voy a parafrasear- de Francisco Polo, director de Change.org: “si se unieran todos los que firman peticiones relacionadas con los animales, serían la fuerza política más importante de España”.

Y aunque parezca frívolo como señalan inquisitivamente algunos, apoyar este tipo de organizaciones significa, entre otros, la exigencia de la supresión de la financiación de la tauromaquia (millones y millones de euros) a favor de las necesidades sociales o que la mencionada industria cumpla la ley. Y esto último no tiene absolutamente nada de frívolo.

@malalua