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Una señal de ochenta años – Por Salvador García Llanos

   

Ochenta años cumple Radio Club Tenerife. “Escuchando la vida contigo”, dice el lema de la promoción conmemorativa de la efeméride. Son ocho décadas, en efecto, de compañía, de voces, de música, de información, de transmisiones, de publicidad, de impactos… en fin, de todo aquello que la radio puede contener, asumir y emitir. Radio Club Tenerife, integrada desde hace décadas en la Sociedad Española de Radiodifusión (cadena SER), es, por derecho propio, una de las principales divisas mediáticas de la Isla y de Canarias.

Los estudiosos y varios autores señalan la fecha del 13 de mayo de 1934 cuando comenzó a emitir desde la santacrucera calle Álvarez de Lugo. El indicativo EAJ-43 fue uno de los primeros que pudimos memorizar al convertirse prácticamente en cita coloquial. Desde entonces, la trayectoria de la emisora ha ido enriqueciéndose a base de aportaciones e innovaciones que la situaron siempre en vanguardia de la radiodifusión tinerfeña. Manuel Ramos Vela fue su primer director y cofundador. Juan Artengo Vidal, el primer presidente. Cuando estalló la guerra incivil, Radio Club Tenerife fue una referencia informativa de primer orden, pese a las limitaciones técnicas de la época.

En los años sesenta del pasado siglo, tales limitaciones se reflejaban en una menor potencia. Cuando solo había cuatro emisoras en la Isla, todas en onda media, y ya cultivábamos vocación por la información deportiva, la que más costaba escuchar, casi al final del dial. Por ahí seguíamos la Caravana de la simpatía y Carrusel Deportivo, en conexión con Radio Madrid, según se precisaba en la misma.

Los nombres de Avelino Montesinos y Juan Rolo empezaron a hacerse familiares. Con ellos nos relacionamos años después, en el estadio Rodríguez López y en otros acontecimientos deportivos. Fue la época esplendorosa de un espacio mítico, Hora 25, para el que hicimos alguna colaboración, cuando producía Gonzalo de la Vega y revolucionaba las ondas, con una desconocida información deportiva hasta entonces, José María García.

Radio Club Tenerife tuvo su sede muchos años en la capitalina calle Suárez Guerra. Hasta allí, hasta sus vetustos estudios, dada la proximidad a la redacción de La Tarde, donde colaborábamos, acudimos en más de una oportunidad. Hasta que accedió a la dirección de la emisora Francisco Padrón quien, curiosamente, concluidos sus estudios en Madrid y al vivir muy cerca, en La Laguna, asistió en directo, en Radio Popular, a algunas de nuestras audiciones. Padrón fue un innovador, pese a aquella frase tan repetida: en la radio ya está todo inventado. Demostró que no: arriesgó e imprimió un estilo muy peculiar, principalmente en lo que a inmediatez y cobertura informativa se refería. Claro que aquellos flashes, envueltos en una música tensa y cortante, terminaron por no gustar pues causaban alarma. Y los oyentes, cuando la escuchaban, se temían lo peor. La apertura de suplementos en frecuencia modulada fueron determinantes para expandirse y ganar audiencia. Entonces, Radio Club Tenerife se hizo con el liderazgo. Los estudios, redacción y administración quedaron emplazados en un moderno inmueble de la avenida Anaga. El aire vanguardista era innegable. Mejoraron aspectos técnicos como la potencia de emisión y las conexiones desde unidades móviles. Abrieron otra emisora en el Puerto de la Cruz. Se notó en los programas informativos, de la mano de Gilberto Alemán y Carmelo Rivero. En deportes, el Club Deportivo Tenerife se vio notablemente impulsado por el calor de las transmisiones, especialmente las que se hacían desde la Península. También, el Náutico, aunque menos. En ellas descolló Xuancar, hasta el punto de que la SER le incorporó luego a su elenco de relatores. Entre Padrón y el propio Xuancar se inventaron acompasar las victorias del Tenerife con unas ráfagas musicales convertidas en himno.

Es José Carlos Herreros quien releva a Padrón en la dirección de la emisora durante una breve etapa, hasta el acceso de Xuancar como primer responsable. El peso mediático se mantenía y hasta se elevaba, sobre todo en la estructura de la cadena. Algún programa, como Tajaraste, a media mañana, y hasta los informativos del mediodía, registraban récords de audiencia. El Club de la Tarde, en franja horaria vespertina, fue otro espacio muy popular desde el que fue posible seguir múltiples sucesos y acontecimientos.

Juan Carlos González cambió de ondas radiofónicas. María José Pérez Caldeiro asumió la dirección después de haber verificado con éxito la gestión comercial. Y llegó Lourdes Santana para dirigir los destinos de Radio Club Tenerife, en una época difícil. Han ido sorteando los meandros de la crisis. Una nueva generación de profesionales se abría paso para que siguiéramos escuchando la vida, en ocasiones con promociones musicales y de otra índole, en directo. La radio en la calle, en los escenarios, más allá de los estudios, donde siempre hubo, por cierto, una selección técnica de primerísimo nivel. Ocho décadas de radio es toda una vida. Radio Club Tenerife ha estado pegada a los afanes y a las aspiraciones de un pueblo que tiene en ese nombre y en esa señal una referencia distinguida. Una vida que han ido contando en distintas etapas, con distintos estilos y con unos resultados que revelan, ante todo, el ánimo emprendedor y la capacitación profesional de quienes en esa casa se han desempeñado.
Que la conmemoración sea provechosa.