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La teatralización electoral

   
Prueba de oratoria en el Parlamento de Canarias. El jurado se ha ido a hacer gárgaras. / FRAN PALLERO

Prueba de oratoria en el Parlamento de Canarias. El jurado se ha ido a hacer gárgaras. / FRAN PALLERO

DOMINGO NEGRÍN MORENO | Santa Cruz de Tenerife

Se levanta el telón y aparece una persona de impecable apariencia, exquisitos modales y refinada dialéctica. ¿Quién es? Probablemente, un político en un acto de campaña electoral. Con el diccionario de la RAE en la mano, teatralizar es, en su segunda acepción, dar carácter espectacular o efectista a una actitud o expresión. Resuenan las tablas.

“Nos conviene que haya tensión”, confesó José Luis Rodríguez Zapatero en febrero de 2008 tras una entrevista con Iñaki Gabilondo en Cuatro. Los micrófonos estaban abiertos y se enteró España entera. Ya de pie, el periodista preguntó al presidente: “¿Qué pinta tienen los sondeos?”. No ha cambiado el guion. Lo que ocurre es que se han alterado los papeles.

Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba escriben el argumento de una representación en la que los candidatos al Parlamento Europeo son actores de reparto. Miguel Arias Cañete (PP) y Elena Valenciano (PSOE) ceden el protagonismo a sus respectivos directores. Entre bambalinas, Rajoy y Rubalcaba ensayan una obra de común entendimiento sobre el futuro de la nación.

Populares y socialistas se preparan para lo que surja el 25 de mayo. En los camerinos temen que un apabullante triunfo del PP descalabre al PSOE, de ahí que los poderes tácticos maniobren para impedir una hecatombe. El aval de los líderes empresariales y financieros a Rajoy es también un crédito a Rubalcaba. Al menos en esta ocasión, la desestabilización no les interesa. Ante el riesgo de que este país viva una tragedia griega o una opereta italiana, razones de Estado aconsejan que el relevo en el PSOE sea premeditado. Eso significa amarrar las primarias para que no se desaten cainitas disputas sucesorias. Lo mismo que las candilejas iluminan los pies de Rubalcaba, José Miguel Pérez configura los elementos del decorado en Canarias con guiños a Gustavo Matos. Al aspirante le han invitado a que haga mutis por el foro bajo la promesa de una venidera proyección al estrellato. Por si no aceptara la sugerencia, los electricistas disponen de las herramientas precisas para manipular la potencia de los focos a fin de que se queme.

Dada la condición de comodín de Coalición Canaria, tanto Rajoy como Rubalcaba procuran no incomodar a los operarios que engrasan la bisagra de la gobernación de la Comunidad Autónoma. Quizá eso explique la exclusión de las islas en sus agendas durante estas fechas. Cañete visitó el archipiélago en la previa y Elena Valenciano ha delegado en Juan Fernando López Aguilar.
Por exigencias del bosquejo, Javier Morales interpreta al agente forestal que crea cortafuegos. Cualquier precaución es poca cuando el peligro de incendio acecha al ágora coalicionera.

Los sondeos petrolíferos

Que no, que sí. Dos días antes del pistoletazo de salida de la carrera para el 25M, el Senado puso en escena una representación adaptada del cuento de nunca acabar. Cinco del PP votaron a favor de una moción promovida por el PSOE que solicitaba la paralización de las prospecciones de hidrocarburos y la modificación de la ley de 1998. Paradójicamente, la iniciativa fue rechazada por la mayoría del grupo popular. En contradicción con sus afines canarios, el presidente del PP balear, José Ramón Bauzá, transmitió “instrucciones definitorias”.

Evolución. La “tradicional pegada de carteles” simboliza la decadencia analógica frente a la innovación creativa. La propaganda adopta técnicas publicitarias.

Estatuto. El jueves, el consejero regional Francisco Hernández Spínola (PSOE) llevó a la Cámara alta un mensaje al PP, que sea astuto y apoye el Estatuto.