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Aquel gol de Hugo Morales en Butarque

   
La celebración de aquel hito dejó imágenes como esta. / SERGIO MÉNDEZ

La celebración de aquel hito dejó imágenes como esta. / SERGIO MÉNDEZ

DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife

El 17 de junio de 2001 es otra de las fechas que se recuerdan con nostalgia en el CD Tenerife. Aquella tarde, en Madrid, el conjunto blanquiazul conquistó un objetivo que no estaba planificado antes del comienzo de la temporada 00-01, cuando Santiago Llorente creó una plantilla modesta y con jugadores desconocidos que luego encumbrarían al Tenerife a Primera División.
El estadio de Butarque recibió al equipo de Rafa Benítez a solo 90 minutos del éxito de una temporada memorable, en la que el representativo compitió con colosos como Betis, Sevilla o Atlético de Madrid por un ascenso que dejó fuera a los rojiblancos de Manzanares.

Julio Iglesias; Curro Torres, Pablo Paz, Lussenhoff, Basavilbaso; Dani (Hugo Morales, min. 60), Antonio (Simutenkov, min. 70), Luis García, Martín; Marioni y Mista (Álex, min. 75); fue el once que Benítez puso en acción en Leganés, con los 14 jugadores que participaron aquella tarde.

Enrique Martín, entrenador pepinero, planteó un partido a la defensiva ante el favoritismo blanquiazul. Maniatados Antonio y Luis García en el centro del campo, el choque se quedó sin ritmo y el Tenerife adolecía de llegadas claras a la portería de Raúl, quien vio como Marioni estrelló un cabezazo en el larguero y Mista no llegó a un balón franco en el segundo palo en las contadas ocasiones del equipo insular, que no perdió la fe en todo el partido. El suspense se mantenía hasta el minuto 72, cuando una falta directa en la frontal del área era transformada por Hugo Morales, desatando la locura colectiva en la Isla y en el sector de los seguidores tinerfeñistas en Butarque y que a la postre dejaría a la figura del centrocampista argentino en el recuerdo para siempre al ser el autor de un gol que situó al conjunto isleño en la élite del fútbol español nuevamente.

A falta de poco más de 15 minutos, tocaba sufrir, aunque el Leganés inquietaba muy poco al equipo blanquiazul. Así y todo, los locales estuvieron muy cerca de empatar el partido cuando en un intento desesperado James mandó un balón al larguero de la meta defendida por Julio Iglesias. Fue el único susto para un CD Tenerife que logró desbancar de la carrera hacia Primera al poderoso Atlético de Madrid.

Una temporada que también será recordada por el denominado Caso Barata. El Betis denunció al jugador y al club insular el 20 de marzo de ese año ante la Federación Española de Fútbol por alineación indebida en el partido que enfrentó a ambos equipos en el Ruiz de Lopera y que ganó el Tenerife.El Tenerife, después de firmar tres contratos previos a Barata como extranjero, el 1 de julio de 2000 le consignó otro nuevo, pero ya como comunitario al utilizar su pasaporte italiano, que resultó ser falso, sin conocimiento del futbolista, según aseguró el jugador en un acta notarial.

Una polémica que resolvió el Comité Español de Disciplina Deportiva (CEDD), que no accedió a despojar al CD Tenerife de los tres puntos que había conquistado ante el Betis, y que previamente había desatado las iras del exmandatario bético, Manuel Ruiz de Lopera hacia el club tinerfeño.


Una plantilla hecha con retales

-Santiago Llorente diseñó el equipo que acabó ascendiendo. Contrató al madrileño Rafa Benítez como técnico e incorporó a la plantilla futbolistas desconocidos pero con juventud y ganas de triunfar. Curro Torres, Luis García, Sergio Aragoneses, Pep Martí, David Charcos, Antonio Hidalgo, Julio Iglesias, Juan Jesús, Torrado o Fran Caínzos llegaron esa temporada, y se unieron a jugadores con la experiencia de Lusenhoff, Basavilbaso, Pablo Paz, Pier o Alexis Suárez.

-En el tramo final de competición el CD Tenerife sumó sus filas a un extraordinario delantero como Bruno Marioni, que aportó experiencia y carisma a un vestuario en el que el canterano más destacado fue Jacob, quien también participó esa temporada.