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Canarias casi no tiene quien innove

   

ECONOMÍA Y SERVICIOS

ROMÁN DELGADO | Santa Cruz de Tenerife

Canarias no da con la tecla en el ámbito de la I+D, donde se encuentra a la cola, en el capítulo de inversión porcentual respecto al PIB regional, dentro de la clasificación por comunidades autónomas, y lo mismo le ocurre en el segmento de la innovación que practican las empresas ubicadas en las Islas, al menos según los últimos registros oficiales disponibles, los del trienio 2010-2012 que ya ha servido el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En el rango de la innovación de las empresas, los datos son aún peores que los de la I+D para el Archipiélago. Y es que, en este caso, la Comunidad Autónoma de Canarias se halla en el último lugar del ranking de regiones españolas atendiendo al porcentaje de entidades productivas que desarrollan tareas innovadoras, con sólo el 20,6% (9,5% en la innovación tecnológica) de todas las empresas radicadas en suelo canario (este valor relativo se calcula sobre la población de empresas de 10 o más asalariados de cada comunidad autónoma), lo que significa 1.315 firmas, tal y como ha publicado el INE en su Encuesta sobre innovación de las empresas para 2012 (la más actual).

Ese valor relativo está lejos de la media nacional, con el 25,9% del total de las empresas, y se aleja 12 puntos de la comunidad autónoma que casi siempre está en lugares de cabeza tanto en innovación de sus entidades como en I+D. Claro que es el País Vasco. En esta región del norte de España, el 32,6% de las firmas productivas son activas en innovación, con 3.046 entidades de todas las que forman su tejido empresarial. Al País Vasco le siguen La Rioja, Aragón, Cataluña y la Comunidad Valenciana. En Canarias, como a día de hoy sigue ocurriendo, los datos no acompañan ni despiertan alegrías, y eso que, en boca de políticos y gestores públicos isleños, estas acciones debían ser las grandes apuestas: innovar e innovar, e invertir en I+D… Mucho, mucho…

La realidad de los datos oficiales, una vez más, ha puesto a cada uno en su sitio, y el lugar de las Islas es, como casi siempre, el último en la clasificación o muy cerca de ese horror de puesto.

Según el estudio ya reseñado, el gasto en innovación tecnológica se situó en 13.410 millones de euros en 2012, en España, con un descenso del 9,1% respecto al año anterior, 2011. A escala nacional, el 25,9% de las empresas de 10 o más asalariados fueron innovadoras en el periodo 2010-2012. En ese porcentaje están incluidas las innovaciones tecnológicas (producto y proceso) y las no tecnológicas (organizativas y de comercialización), y ocurre que el 13,2% de esas firmas fueron innovadoras tecnológicas, y el 20,5%, innovadoras no tecnológicas en 2010-2012.

Si el análisis de esas variables se realiza por comunidades autónomas, se observa que las que realizaron un mayor gasto en innovación tecnológica en el año 2012 respecto al global del país fueron la Comunidad de Madrid (con el 33,3% del total nacional), Cataluña (con el 24,7%) y País Vasco (con el 11,3%).
Las Islas, con el 0,5%

El gasto realizado por las Islas representó el 0,5% de la cota 100 española, el cuarto valor relativo más bajo, por encima de Baleares, La Rioja y Extremadura.
En relación con las caídas, hay que señalar que el gasto en innovación tecnológica se redujo respecto al año anterior, 2011, en todas las comunidades, excepto en Castilla y León (con un aumento del 11,0%), Galicia (el 9,9%), Extremadura (el 5,9%) y Cantabria (en este caso con el 0,7%).

Sectores más vivos

El análisis del gasto en innovación tecnológica por ramas de actividad para España refleja que, por sectores económicos, aquél aumentó el 22,9% en la agricultura, en 2012. Por el contrario, descendió el 6,6% en industria, el 33,1% en construcción y el 11,1% en servicios.
En lo que refiere a la participación de estas ramas de actividad en el gasto total en innovación tecnológica, se obtienen los siguientes datos: las empresas de servicios en I+D representaron el mayor porcentaje del total del gasto en innovación tecnológica (con el 12%), seguidas por las de vehículos de motor (el 11,5%) y de farmacia (el 8,4%).

Las ramas de actividad que tuvieron mayor porcentaje de empresas innovadoras (tecnológicas y no tecnológicas) en la industria fueron las del petróleo (75%), farmacia (73,1%) y productos informáticos, electrónicos y ópticos (68%). En el sector servicios destacaron las ramas de servicios de I+D (con el 81,1% de empresas innovadoras), programación, consultoría y otras actividades informáticas (56,9%) y telecomunicaciones (40,8%).

La parte no tecnológica

Respecto a las innovaciones no tecnológicas, el 20,5% de las empresas españolas de 10 o más asalariados desarrollaron innovaciones organizativas o de comercialización en el periodo 2010-2012.

Dentro de las innovaciones no tecnológicas, el 16,9% del total de firmas hizo innovaciones organizativas en ese periodo.
Los objetivos que estas entidades declararon como más relevantes para llevar a cabo innovaciones organizativas fueron la mayor calidad de los bienes o servicios (el 56,8%) y la reducción del periodo de respuesta a las necesidades de un cliente o de un proveedor (con el 52,0%).
En el subsegmento de innovaciones de comercialización, entró el 11,2% del total de las empresas, con el siguiente objetivo prioritario a conseguir: el aumento o bien la mejora de la cuota de mercado (con el 48,1%).

Cotec recalca el drama

La Fundación Cotec ya finalizó su Informe 2013 sobre tecnología e innovación en España, en el que recoge la evolución de los principales indicadores de I+D y también de innovación para el país, a escalas nacional y regional, y además su comparación internacional. Ese documento incluye la opinión de más de un centenar de expertos sobre la situación y evolución futura del sistema español de innovación. Tanto la opinión de los expertos como los datos recogidos en el informe evidencian el deterioro de la mayoría de aquellos indicadores y apuntan al empeoramiento futuro. La evolución más preocupante es la reducción del gasto corriente en I+D empresarial, lo que demuestra que la crisis ya destruyó en 2013 la escasa capacidad investigadora de las firmas productivas españolas. Entre los pocos aspectos positivos reseñables está la mejora de las exportaciones de bienes de equipo y la reducción del fracaso escolar. Según datos del informe de Cotec, el gasto total en I+D en España se situó en 14.184 millones de euros en 2011 (1,33% del PIB), lo que supuso una reducción del 2,8% respecto al año anterior. Este retroceso supera en intensidad al experimentado en 2009, que fue del 0,8%, y por primera vez se produce en todos los sectores. La Administración redujo su gasto en I+D en 2011 el 5,7%, la enseñanza superior el 2,9% y las empresas el 1,5%. Las empresas disminuyeron sus gastos corrientes el 2,4%, lo que implica la confirmación de que la crisis toca seriamente a la actividad investigadora de esas entidades, que ya se han visto obligadas a reducir incluso sus equipos de investigadores. Desde que comenzó la crisis, en 2008, el número de investigadores empresariales se reduce en tasas del 1% anual