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A TODA MÁQUINA >

Paisaje de ruina intelectual – Por Román Delgado

   

Se acordarán de mí, mentarán este texto, aludirán a él, dirán que ya esto lo dijo alguien, que en algún lado antes lo habían leído o escuchado… Comentarán aquello de que yo pensaba que lo del guiri de Teguise ya no se iba a superar al menos hasta la llegada del fin del mundo, pese a la última joya catatónica de Antona en la prensa de ayer, con eso de que Rivero actúa con su referendo petrolero como si fuera el “hermano pequeño de Mas”. Ja, ja… Efecto del estrés mental. Lo de estos días tan crudos sólo supone, y verán que terminarán acordándose de mí, el inicio de una larga lista de burradas con origen casi siempre en seres vivitos y coleando ausentes del más común de los sentidos, de máquinas mal repetidoras que se alejan de la supuesta línea recta que traza el jefe y su batallón de subjefes, todos subordinados, ¡y ni que se dude! ¡Firmes!, creo que se dice. Señoras y señores, canarios de dentro y de fuera, ciudadanos más de derechas, lapas del nacionalismo light o de la izquierda del extremo, esto, la guerra verbal de unos y otros trasladada de forma machacona a través de los mass media no ha hecho más que empezar, así que propongo que todos, salvo sádicos, masoquistas o sadomasoquistas, se busquen la vida como tan buenamente puedan, que el primer golpe de desgracia (o de risa, que todo es según se mire) ya lo puso en escena, hace pocos días, el británico que es concejal del PP en el municipio de Teguise. O el señor del derrame de oro negro y su efecto bondadoso en la creación de empleo en Canarias (con la opción, de camino, de dejar como los chorros del oro las playas antes sucias del otro oro, el negro), no se entera, no está aún muy atento a la jerga local, o ese interlocutor es algo más que un guiri residente en Lanzarote que ama y sigue al PP. Ñosss, fuerte burrada desequilibrante, fuerte torpedo impensable, fuerte mensaje tan poco digerible hasta por los del propio partido… Y mira que han intentado meterlo pa’ bajo. Por supuesto que no quiso decir lo que dijo. Bien escuchado, bien leído y bien sentido, no hay escapatoria posible. Pena. Vete tú a saber qué fue ayer de ese hombre con tan buenas, domésticas y económicas intenciones. Lo cierto, y quizá esto sea más duro que lo anterior, es que ni el jefe ni la tropa de subjefes de los que se pegan a esto del petróleo como a clavo ardiendo han dicho ni mu, ni ma, ni me… Pero ¿dónde están Antona, Fernández, Navarro o Montelongo? Por favor, hablen, que se necesita a alguien que sea capaz de salir al paso de tal tropelía, de pedir disculpas, de rectificar a ese hombre desalmado que la montó desde el rincón del olvido. ¿Por qué aún no se han puesto las cosas en su sitio, con claridad, sin tener que ser ambiguos y de forma rápida? No se sabe. No se sabe nada salvo alguna vocecilla que hace horas dijo que eso de los sondeos primero y, si todo sale bien, el añadido de las extracciones, ella lo veía mejor con un pacto previo en el seno de la sociedad canaria. “Elemental, querido Watson”. Y nada más. Esto ha sido lo más notable, y no da para aprobar la asignatura. La guerra de adeptos y contrarios sólo lleva algunos segundos transcurridos en el cronómetro del petróleo que puso Soria en marcha la víspera del Día de Canarias, con el chachipiruli a la declaración de impacto ambiental. Echo en falta que el sentido común del PP asome y diga algo sin que antes Soria tenga que quitarle la chupa de la boca. ¡Menudo fango! ¡Chiquito error estratégico! Florece un paisaje de ruina verbal, una foto de miseria intelectual.

@gromandelgadog