Un sentimiento de Primera

Celebración en el pabellón | SERGIO MÉNDEZ

JUAN S. SÁNCHEZ | Santa Cruz de Tenerife

El Uruguay Tenerife es uno de los grandes. El conjunto del barrio de Salamanca se coló en la máxima categoría del fútbol sala nacional con una nueva demostración de pasión, sufrimiento y sentimiento. Ese sentimiento se los transmitió a los 4.500 espectadores que volvieron a abarrotar el recinto deportivo capitalino para crear un ambiente al que el Elche no pudo sobrevivir.

Y es que si el viernes los ilicitanos tuvieron sus opciones durante todo el partido, ayer sus posibilidades se esfumaron desde que Ayose encontró el camino del gol para hacer el 1-0 empujando a la red un balón servido por Kike Barroso.

Apenas habían pasado dos minutos y los visitantes ya estaban abajo en el marcador. Pero para darle más épica y más mérito al logro de los de Francis Arocas, el Elche no dio su brazo a torcer ni se arrodilló. Al contrario, fue valiente, desactivó por momentos al Uruguay y a su líder, Carlos Corvo.

Los franjiverdes igualaron tras una triangulación que Jesús García dejó a pies de Óscar para que marcara a placer. El Elche disfrutó entonces de sus mejores minutos pero al borde del descanso apareció Corvo para poner un balón que Pedro Toro controló con la derecha y fusiló de zurda.
En apenas dos minutos más se iba a decidir el choque. A cuatro segundos del final del primer tiempo una jugada de estrategia sirvió para que Kike Barroso hiciera el 3-1. Tras el descanso, de vuelta al partido, Pitu vio la segunda amarilla y dejó a su equipo momentáneamente en inferioridad numérica, lo que aprovechó el Uruguay para hacer el 4-1, obra de Jacinto tras una asistencia genial de Corvo.

Iago Barro, que no había tenido demasiado trabajo hasta entonces, apareció para salvar un remate de Juanjo. El Elche arriesgó y Jesús García salió de portero jugador cuando aún faltaban 12 minutos para el final del compromiso. La sentencia la tuvieron Ayose y Jacinto. Corvo no perdonó cuando, en el minuto 34, el Elche perdió un balón estando de portero-jugador y materializó el 5-1. Los visitantes esta vez sí que notaron el castigo y entonces intentaron cobrarle a Corvo todas las deudas que tenía pendientes.

Más centrado en patear y golpear al ala local, el Elche acortó por mediación de Garde antes de que Barroso volviera a marcar a puerta vacía y desatara el júbilo en una afición que también es de Primera. Dos goles más de Garde maquillaron un marcador para la historia.