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Los vinos y quesos canarios – Por Alfonso J. López Torres

   

Que nos gustan los vinos y los quesos de Canarias, su cultura y lo que representan es una realidad de la que hemos dejado constancia todos y cada uno de nosotros siempre y en cualquier momento, lugar u ocasión que se nos haya presentado. Que nos gustan los vinos y los quesos de Canarias se debe a que representan a nuestra gente y son un fiel reflejo de las tradiciones y costumbres de esta tierra, al evocar en la memoria los paisajes, texturas, olores y sabores de todas y cada una de nuestras siete islas. Será por eso que el vino y el queso despiertan las pasiones nacionales más profundas, implican un amor desmedido a los territorios, y hacen aflorar los sentimientos, despertando por ende en nuestra tierra la canariedad de quienes a ellos nos acercamos y los consumimos. Que nos gustan los vinos y los quesos de Canarias se debe a que generan y enaltecen la amistad. Las mesas de nuestras casas, de nuestros pueblos y de nuestras fiestas son un pacto de lealtad con los productos canarios que conlleva la complicidad, la implicación, y el compromiso de nuestra tierra y nuestra gente con esos productos, al igual que lo hacemos con nuestra música, nuestra artesanía, nuestras tradiciones y nuestro pueblo.

En definitiva, nos gustan nuestros vinos y nuestros quesos porque son únicos y son excelentes y Canarias se ha convertido pues, en el escenario ideal para demostrar que la singularidad y la excelencia marcan la calidad de nuestros vinos y quesos. Una calidad que debe mirar hacia un futuro en el que el esfuerzo y el talento de las mujeres y hombres que aman, que cuidan, que trabajan y que viven el sector primario, se vea recompensado y a su vez garantice y consolide las grandes oportunidades que tenemos y nos brinda el medio rural canario. La labor, la entrega y la dedicación de todas las mujeres y hombres merecen el reconocimiento de poner en valor a toda una industria agroalimentaria y reforzar la intención del Gobierno de Canarias de incentivar la calidad, la distinción y la excelencia en este ámbito. Hacerlo además de un motivo de alegría para los que cada día trabajamos a su lado, es una obligación, pues son el claro y meridiano ejemplo de un trabajo bien hecho y de un colosal y casi heroico esfuerzo del que están empezando a recoger los frutos. Un mensaje de esperanza que es a la vez un deseo, un anhelo, un afán, un ansia, una pretensión, una aspiración, y una esperanza: que el ejemplo de todos los que han dedicado, dedican y estoy seguro que dedicarán en el futuro, tanto tiempo y pasión a nuestros vinos y quesos de Canarias contribuya a generar un mundo mejor. Brindemos por ello. Canarias. Latitud de vida.

*DIRECTOR DEL ICCA
@AlfonsoJLT