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Absentismo escolar: la primera señal de alarma

   

abstinencia escolar

NATALIA TORRES | Santa Cruz de Tenerife

El Servicio Municipal de Prevención y Atención del Absentismo Escolar de Santa Cruz de Tenerife ha detectado en el curso escolar 2013-2014 una treintena de casos que han necesitado de la intervención de los recursos municipales ante la situación de vulnerabilidad a la que se enfrentaban estos menores, a la par que mantiene en seguimiento a otros 68 de cursos anteriores, lo que arroja casi un centenar de menores en riesgo social. Estas actuaciones justifican por sí solas la importancia de mantener un servicio de este tipo, en el que, con una prevención y tratamiento adecuado del absentismo, se puede proteger al menor de situaciones de riesgo. Esta actuación entre los escolares es la única competencia en Educación que pueden desarrollar los ayuntamientos, y que en el caso de Santa Cruz está desarrollada por la empresa Ocide Asesores, mientra que el socialista Florentino Guzmán Plasencia es el responsable municipal.

En cuanto a los 30 casos comunicados a otras instancias del Consistorio, tres menores fueron derivado a las Unidades de Trabajo Social (UTS) de zona, 13 al Negociado de Infancia y Familia y 14 a la Policía Local adscrita a la Fiscalía de Menores. En estos últimos se procede a la notificación a los agentes si no se puede encontrar a la familia mediante contactos telefónicos y visitas domiciliarias; así como familias que no colaboran con el Servicio y/o que continúan presentando un absentismo cronificado.

Para los expertos, el absentismo escolar es la primera señal de alarma para detectar que algo en el entorno del menor no va bien, por lo que la prevención se convierte en algo fundamental.

2.016 casos
Atendiendo a las cifras globales del municipio, el pasado curso se registró el 11,34% de absentismo escolar, lo que supone la detección de 2.016 casos de una población de 17.772 alumnos matriculados. Del total contabilizado, aproximadamente la mitad presenta lo que se denomina absentismo escolar significativo, es decir, que son alumnos que faltan a clase más del 25% de las horas lectivas de un mes.

Ocide Asesores contabilizó 1.219 jóvenes en esta situación de absentismo significativo, de los que 1.104 fueron valorados sin necesidad de aplicar un plan de intervención, frente a 115 que sí lo requirieron. Entre estos últimos se intervino directamente con el alumnado y sus familias en la sede, en los Centros Educativos, en las asociaciones de vecinos y en los propios domicilios de las familias. Así, el total de estudiantes con los que se han llevado a cabo intervenciones es de 279 (a los 115 se suman los que vienen de cursos anteriores), mientras que los que se han mantenido en seguimiento son 940.

Tal y como se refleja en el informe que elabora Ocide una vez finalizado el curso, la mayoría de las causas por las que se abren expedientes tienen que ver con la familia, abarcando el 63,78% de los casos. Le siguen las causas derivadas del alumnado (30,88%), las centradas en el centro educativo (3,32%), las relativas a cuestiones administrativas (1,44%) y las relacionadas con el profesorado y el entorno, el 0,29% cada una.

En cuanto a los motivos por los que se cierran expedientes, la mayoría se produce por una evolución favorable de la situación de absentismo (305 casos este curso) a los que se les aplica un cierre provisional. Superar la horquilla de edad atendida (138) y presentar al final del curso un nivel de absentismo escolar que es inferior al 10%, con 130 casos, son los otros motivos por los que se produce el cierre de expedientes. El Servicio detecta que, en todos los distritos, puesto que también se analizan los datos por zonas, es mayor el número de expedientes que se cierran que los que se mantienen abiertos.

Evolución
De los 1.219 casos que se han comunicado y trabajado a lo largo del curso escolar, el 56,65% presenta una evolución favorable; es decir, 569 menores han mejorado su asistencia a clase después de que el personal técnico del Servicio de Prevención y Atención llevara a cabo algún tipo de acción para tratar de solucionar las dificultades. Por el contrario, 68 casos han evolucionado de forma desfavorable, es decir, son los menores en los que la no asistencia a clases ha aumentado. Otros 138 alumnos se mantienen moderados y 148 más se presentan como constantes graves.

En cuanto al perfil de los menores absentistas, los comprendidos entre 13 y 16 años son los que mayores cifras presentan. Asimismo existe un claro perfil de menores de 15 años que se encuentran desmotivados y que han decidido que tras cumplir los 16 abandonarán la enseñanza.