Caen las licencias de caza por las restricciones que impone la ley

Emilio Navarro (i), junto a Manuel Domínguez y Antonio Alarcó durante la rueda de prensa de ayer. / DA

DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife

Más restricciones y menos licencias. Esta es la consecuencia que según el Partido Popular de Tenerife está provocando la actual Ley de Caza canaria, que según los populares exige mejoras urgentes y reformas consensuadas con todos los representantes de una actividad que genera 28 millones de euros al año en el Archipiélago.

En rueda de prensa, el presidente insular del PP, Manuel Domínguez, avanzó ayer que su formación apuesta por la simplificación administrativa y el impulso coherente de una actividad cinegética que siempre ha estado en la cultura isleña. Domínguez recordó además que las sociedades de cazadores aportan considerables beneficios económicos, sociales, medioambientales y culturales al patrimonio natural del Archipiélago. En este sentido, el PP apuesta decididamente por la dinamización de la actividad económica en el medio rural, uno de los objetivos prioritarios de los populares.

En la misma línea se manifestó el portavoz popular en el Cabildo de Tenerife, Antonio Alarcó, quien destacó que el colectivo de cazadores mantiene un “profundo arraigo” en la conservación de las tradiciones, constituyendo un elemento dinamizador de la economía. Por esta y otras razones los populares seguirán estudiando iniciativas en las instituciones donde están representados, para establecer propuestas que deriven en protocolos de actuación, como la licencia única de caza adaptada a las circunstancias cinegéticas de la Isla.

Además, la formación presentó recientemente una proposición no de ley ante el Parlamento de Canarias instando al Ejecutivo a reformas en la ley de caza 7/98, fomento al diálogo entre las partes, así como “respetar nuestras tradiciones, derechos y deberes de cazadores que tengan como fin el aumento de la economía sostenible”. En cualquier caso, estas y otras propuestas que se deriven en la futura reforma de la ley deberá contar con el apoyo del colectivo de cazadores, así como de sus antiguas reivindicaciones. Además, otro de los asuntos que preocupan a quienes desarrollan esta actividad “es la cada vez más limitada duración de la temporada de caza”. En concreto, la campaña de este año se inicia mañana y finalizará el 26 de octubre. “Habitualmente, se prolongaba hasta mediados de noviembre, cosa que ha quedado prohibida para garantizar la preservación de las especies de caza menor”, subrayó Manuel Domínguez, quien insistió en que otro de los asuntos que preocupa a los profesionales son las limitaciones para el uso de vehículos en las zonas habilitadas para la caza en la Isla, una situación que en algunos lugares dificultan la labor de los aficionados.

Por otro lado, las enfermedades que afectan a las especies es otro de los caballos de batalla que preocupan, tanto por su posible extensión como por lo limitado de la geografía insular. “Nos felicitamos del éxito en la repoblación de algunas especies, como la perdiz roja y la paloma bravía”, señaló Manuel Domínguez, quien recordó que “estas campañas están dando buenos resultados para la actividad cinegética, a la vez que asegura movimiento económico y aporta beneficios para la sostenibilidad del medio.