La mejor Laguna – Por Domingo J. Jorge

Este mes de agosto te concede la suerte de poder estar más con los reyes de la casa, nuestros pequeños. A pesar de los momentos del típico enfado, porque nadie recuerda lo trasto que era cuando llevaba pantalón corto, como bien dice nuestro amigo psicólogo José Juan Rivero, a pesar de esos momentos, estar con nuestros hijos es la mejor terapia. Pues sí, escuchando sus conversaciones entre hermanos y amigos, los enanos son la mejor Comisión Ciudadana para la Convivencia. Se me está ocurriendo comentarle, a nuestro colega José Carlos Marrero, que proponga un espacio para los más pequeños en dicha Comisión en La Laguna. Los enanos son unos maestros, durante sus juegos, hasta tienen tiempo para dilucidar cómo se debería controlar el cuidado de nuestra ciudad. Para ellos, los rincones de La Laguna son muy importantes. Son meramente necesarios. Y quitando aquello de los pesimistas de siempre, que todos lo somos un poco, me parece que estamos criando una generación que nos va a dar muchas alegrías. Ya las ofrecen desde la infancia. El otro día, escuchaba a los pibes, cuando jugaban junto al agua, y unos y otros se interpelaban por la importancia de cuidar La Laguna. Quizás, por su corta edad, un poco restrictivos en sus normas, pero buscando soluciones para quienes se empeñan en que eso de tirar un papel a la calle o hacer pintadas, forme parte de lo cotidiano de nuestra juventud. Ellos planteaban que a quien insiste en destrozar Aguere, a esos hay que “pagarles igual”, decían. Simpático, no los critiquen demasiado, son niños. Proponían que al que pinta el muro, no solo se le haga pintar la calle entera, sino darle un cubo de pintura, que lo tenga en su casa, y cuando haya que pintar algo, se le llama. Vamos, algo así como la Brigada Municipal de Voluntarios Pintores. La cosa no queda ahí. Otra cuestión que me llamó la atención es la importancia que dan, y tienen entre seis y nueve años, a la seguridad. Para ellos el Concejal de Movilidad y Seguridad Ciudadana debe ser alguien que además de “saber mandar”, entendí que será conocer el Derecho, “tiene que conseguir que todos lo imiten”. Es decir, ser un político ejemplar. Estos niños tienen claro lo que quieren para La Laguna. Creo que estas pibas y pibes son nuestro mejor futuro.