El transporte del Cabildo no camina – Por Domingo J. Jorge

Un camión para poder circular, y hacerlo con seguridad y la rapidez adecuada a la vía, necesita combustible, mantenimiento mecánico, un conductor con el permiso específico, y, claro está, todos los papeles previstos por las autoridades competentes que lo dotan de encontrarse en la situación adecuada para rodar por las carreteras de nuestra isla. En el sector del transporte, no sólo del auxilio y rescate, sino en otros subsectores, se encuentran algo desconcertados, porque para ellos la Consejería de Transportes del Cabildo no camina al ritmo que necesita el sector en Tenerife. Lo han hecho saber recientemente con una información publicada en DIARIO DE AVISOS, y me consta, con un escrito registrado en las dependencias de la Corporación Insular, sitas en la Plaza de España. Sé, perfectamente, del buen hacer del Presidente del Cabildo Insular, Carlos Alonso, y de su capacidad de planificación, gestión y ejecución. Lo ha demostrado en múltiples ámbitos, como lo es, por poner un ejemplo, el Turismo. Por ello, me remito a él, al Turismo. Si se parase o aminorasen su ritmo administrativo las oficinas destinadas al Turismo en el Cabildo Insular, se produciría cierto malestar en el sector hotelero, restaurador, y hasta entre los usuarios. Pues eso es lo que está ocurriendo con el Transporte insular. Como explicaban las distintas patronales del transporte en carretera en la información publicada por el Decano, “observamos cierta desidia de la Consejería de Transportes del Cabildo de Tenerife en la entrega del certificado previo a matriculación para poder hacer su tramitación en la Jefatura de Tráfico”. Se trata de un trámite que aseguran los transportistas, “se hacía antes en el mismo día de presentación de la solicitud o al día siguiente y ahora tardan hasta 10 y 15 días, algo que aún pasa a mayor espera de tiempo, cuando se trata de la concesión de Tarjetas de Transporte”. Los afectados señalaban además que la gestión de entrega de dichas tarjetas, está postergándose hasta tres meses y medio, cuando normalmente se ha tardado siempre unas tres semanas. Esta anómala y prolongada situación les está creando graves problemas económicos y otros como “el no poder cumplir con los clientes y en algún caso perder el trabajo de nuevos servicios que nos surgen”. Asimismo, señalan que “el no contar con la tarjeta, lógicamente, nos impide poder trabajar con dicho vehículo, porque incurriríamos en una ilegalidad, además de crear competencia desleal con aquellos transportistas, que sí cuentan con tarjetas de transporte aún en vigor, aunque hayan pasado por el mismo calvario”. El problema está ahí. La situación no es la adecuada y esto está provocando ya no sólo el que no se pueda trabajar con los vehículos, sino además que hay retraso en entrega de mercancías, y lo que puede venir prontamente es “encarecimiento del costo de explotación, y en definitiva el precio final en el producto, algo que evidentemente perjudica de igual forma al usuario, es decir, a la población de Tenerife”. Todo esto pasa por lentitud en la ejecución administrativa desde el área en el Cabildo. Estoy seguro de que Carlos Alonso buscará una solución rápida a esta situación.

*RESPONSABLE DE COMUNICACIÓN DE LA ASOCIACIÓN CANARIA DE EMPRESAS DE AUXILIO EN CARRETERA (ACEAC)