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Imprescindibles – Por César Martín

   

Aún con la resaca del verano comienza el noveno mes del año y con él, el curso escolar. Septiembre, o setiembre si usted gusta, empieza oliendo al salitre de sus largas mareas y seduciendo con sus puestas de sol interminables. Conserva el sopor estival, el sabor a sábanas pegadas, la modorra del que inicia la rutina en un arranque en seco, brusco, sin mojar el pico y tomar uvas para festejar lo que casi es Año Nuevo. Es el momento de digerir las vacaciones, de superar el síndrome postvacacional y ponerse manos a la obra. Si eres maestro ya sabrás de lo que te estoy hablando: se acabaron los dos meses de descanso.

Mucho que hacer y la llegada del alumnado a los centros es inminente. Aún con todo, y en mi opinión, a septiembre le sobran maestros. Sobran los que estén pensando en el próximo puente para darse una escapadita o contando los días que restan para verano (un clásico). Sobran los que llegan con la misma cara de hastío, con la queja instalada y la desgana constante. Sobran los que, presas de la hoguera de las vanidades, estarán más pendientes de enterarse de lo que ocurre en la sala de profesores, de la vida de fulano y mengano, del último chisme que circula. Sobran los que andarán preocupados con la implantación de la nueva ley, o pendientes de los planes de calidad, de asegurarse de que toda la documentación está en orden. Sobran los que se emplearán a fondo en las programaciones para luego dejarlas guardadas en una gaveta. Sobran los que estén decorando perfectamente su clase para cuando lleguen los padres con sus hijos. Sobran muchos, porque la clave está en que nos faltan maestros que estos días no soporten el aula vacía, que ansíen llenarla de sonrisas e inquietudes. Nos faltan maestros dispuestos a tomarse en serio la tarea de educar en el siglo XXI, que han acepten el reto que la sociedad está planteando. Maestros que reflexionen y comprendan que la solución al problema pasa por la educación. Maestros que pongan corazón e ilusión, porque estos, sin duda, son los imprescindibles.
@cesarmg78