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El paro en Canarias – por Jorge Bethencourt

   

En Canarias somos una anomalía en esto del desempleo. Siempre hemos tenido más parados que el resto del Estado. Nadie, nunca, nos ha dado una explicación convincente. Algunos sostienen que la economía de Canarias ha sobrepasado hace tiempo la carga de población que puede sostener con pleno empleo. O lo que es lo mismo, que no hay cama para tanta gente. ¿Tienen razón? En la actualidad el sector servicios da empleo a más de ocho de cada diez personas que trabajan en el Archipiélago. Ahí se engloba el turismo, la restauración, el comercio, el transporte…, todo lo que se mueve alrededor de los doce millones de personas que nos visitan cada año y que producen más de doce mil millones de euros (que en su mayoría se quedan fuera de las islas, por cierto). La agricultura, la industria y la construcción sólo dan empleo a unas ochenta mil personas. Si casi toda nuestra actividad y nuestro empleo está pivotando sobre un segmento de la economía y si resulta que a pesar de que esa actividad atraviesa su mejor momento tenemos el 33% de paro, es bastante evidente que estamos muy jeringados. Y que si se trata de crear empleo hay que mirar para otro lado. Nuestra agricultura y nuestra industria necesitan una revolución. Los dos sectores llevan décadas estancados. Hacen falta cambios estructurales, estratégicos, para reorientar actividades al mercado interior, para competir con producciones de alta calidad, para impulsar una industria de las nuevas fuentes energéticas… Poner en marcha cualquiera de estos planes llevará décadas. Pero no hay prisa. Los trescientos mil parados se irán muriendo. Y para estimular el crecimiento de la construcción siempre podrá el Gobierno aprobar otra moratoria turística.