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Un entierro sale cuatro veces el salario mínimo en Santa Cruz

   
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Mañana tiene lugar la Conmemoración de los Fieles Difuntos
Como tantas celebraciones cristianas, el llamado Día de Difuntos que se celebra mañana encuentra su origen en ritos paganos. Este 2 de noviembre es una celebración con bastante raigambre en Canarias y, para muchos, supone la cita anual en el cementerio con los familiares fallecidos, a los que se les suele depositar flores. En lugares como la capital tinerfeña desde el pasado jueves se activó un dispositivo para adecentar los camposantos. También se ha dispuesto un servicio extraordinario de guagua en el interior del cementerio de Santa Lastenia, que opera entre las 8.00 y las 18.00 horas hasta mañana. / FRAN PALLERO

T. F. | Santa Cruz de Tenerife

Morirse es un lujo en cualquier punto de España, pero hasta en eso las diferencias territoriales pesan lo suyo. Los gastos del entierro en Santa Cruz de Tenerife salen una media de 2.400 euros, lo que supone casi cuatro veces el salario mínimo interprofesional (SMI), fijado en la actualidad para cualquier actividad en 21,51 euros por día o 645,30 euros por mes, según el salario esté fijado por días o por meses.

Y sin embargo, la capital provincial es la segunda más barata de todo el país, sólo superada por los 2.300 euros de Cuenca, según los datos facilitados por la plataforma social para consumidores www.populetic.com.

Según la referida comparativa, Barcelona, con cerca de 6.500 euros, es la ciudad más cara, y multiplica por diez el SMI. En otras ciudades como Tarragona (5.300 euros de media) equivale a 8,2 mensualidades del SMI.

En una nota de prensa remitida a los medios, www.populetic.com denuncia especialmente los procedimientos de buena parte del sector, ya que “aprovechan el pésimo momento anímico de la familia, que desde luego no está para negociar precios, para añadir a la factura una serie de servicios y productos como si fueran de obligatoria contratación y que al final del sepelio muchos no han sido utilizados”, explica David Ciudad, fundador de Populetic. Tanatorios, ataúdes, coches de acompañamiento y flores son algunos de los muchos elementos que componen el pack de defunción. El coste medio ronda los 3.500 euros aunque depende de la ciudad, de si se opta por la incineración o inhumación en nicho, de si se dispone o no de seguro, etc.

Sobre el desglose de la factura, el tanatorio, por ejemplo, no suele bajar de los 600 euros aunque como en el resto de partidas dependerá de la ciudad y de los servicios que se quieran contratar de más. El precio medio del ataúd se sitúa alrededor de los 1.000 euros y el alquiler de un nicho en el cementerio puede costar entre 1.000 y 3.000 euros en concesiones que pueden ir desde los 10 a los 50 años. Lo siguen los gastos de gestión (150 euros), las flores (250 euros) seguido por un largo etcétera.

Alrededor de 20 millones de personas tienen contratada una póliza Decesos (asistencia y pago del sepelio) en España, de los que 484.186 son de Tenerife y 668.180 en Las Palmas. Esto supone que seis de cada 10 funerales los gestiona en este país una aseguradora, según fuentes de la patronal del sector, Unespa, con datos extraídos de su Memoria Anual del Seguro.

Aunque la fórmula del seguro es la mejor para hacer frente a estos gastos, Populetic.com sostiene que estas compañías incurren con demasiada frecuencia en incumplimientos a través de matices, verdades a medias o cargos innecesarios.

La plataforma recuerda, asimismo, que cuando se contrata una póliza se puede recibir el dinero en efectivo para pagar los costes que suponen el sepelio o dejar que la aseguradora se encargue de contratar todos los servicios.

‘Fallecer’ en las redes: basta un burofax

T. F. | Santa Cruz de Tenerife

El enorme auge de la redes sociales vivido en los últimos años ha convertido a España en uno de los países con mayor cantidad de usuarios de redes sociales, según datos de la entidad pública Red.es. Una investigación realizada por IAB Spain desvela que el 77% de los usuarios accede a diario a sus perfiles y tenemos como media 3,6 cuentas abiertas. ¿Pero qué hacemos con esos perfiles cuando un ser querido fallece?

Para borrar el rastro en Internet de un difunto, únicamente es necesario que los herederos envíen un burofax identificándose como tales y adjunten una copia del parte de defunción del difunto, para que las páginas web o redes sociales en las que participase el difunto borren la información sobre el mismo.

“Debe ser un trámite sencillo”, según afirma el perito ingeniero informático Javier Rubio, colegiado en el Colegio de Ingenieros en Informática de Madrid. Lo malo llega cuando se utiliza un seudónimo, porque haría falta la atención y asesoría de un perito informático.