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“La comunicación es la herramienta de salud pública más importante en crisis”

   

DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife

“La comunicación es la herramienta de salud pública más importante en la gestión de riesgos”, subrayó ayer el periodista y profesor de Periodismo Científico y de Salud de la Universidad Carlos III de Madrid, Daniel Catalán, en su intervención junto a otros profesionales de los medios de comunicación, la abogacía y la psicología en las jornadas dedicadas al ébola que ha organizado el Colegio Oficial de Enfermeros de la provincia.

Daniel Catalán analizó en este foro la comunicación que realizaron las autoridades sanitarias a raíz de la aparición del primer caso de ébola en España, un análisis del que es fácil concluir que de la mala gestión de la comunicación en la crisis de salud ha derivado el miedo y alarma social posterior que se ha vivido en nuestro país.

El experto en comunicación científica, que basa su análisis en las cinco recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para la comunicación ante una crisis de este tipo, consideró que sólo se cumplió un 15% de las acciones que sirven para generar confianza, transparencia, escuchar al público, planificación/coordinación y anuncios tempranos.

En un repaso a a la primera aparición pública de las autoridades sanitarias en rueda de prensa para informar del caso de ébola confirmado en Madrid, observó que “no se generó confianza, no hubo portavoces claros (7 personas para informar) y se ofreció una imagen de inseguridad y falta de liderazgo; hubo improvisación en las repuestas y se evitaron algunas, se actuó a la defensiva y se mostró una clara falta de empatía” con los enfermeros y con la propia afectada.

En opinión de la responsable de comunicación del HUNSC, Sonia Rodríguez, la comunicación del primer caso de ébola en España se convirtió en “un circo mediático que alcanzó cotas de desinformación”.

Sonia Rodríguez, que explicó pormenorizadamente la comunicación que realizaron la Dirección General de Salud Pública y la Consejería de Sanidad ante el primer caso sospechoso de ébola en las islas, valoró que el caso de Madrid, “agigantó el de Tenerife”.

La responsable de comunicación destacó la asistencia de todos los medios informativos presentes en la isla en la primera convocatoria de prensa para informar del posible caso de enfermo de ébola, “por un verdadero interés por informar a la sociedad”, pero cuestionó que “por cinco veces se pidió que se respetara la intimidad del paciente”, a pesar de lo cual aparecieron datos y fotografías que lo identificaban al día siguiente en las portadas de algunos periódicos.

Sonia Rodríguez subrayó el poder de los medios de comunicación, pero también su responsabilidad, y consideró que “en las crisis sanitarias se acentúa la falta de especialización periodística” en el tratamiento de esta información que, dijo en otro momento, debe ser “rigurosa y llegar hasta donde permite la ley”.

Como datos curiosos de los días en que Tenerife estaba en alerta sanitaria, señaló que en la tarde del 16 de octubre en que se informó del caso sospechoso, se registraron en Google 3 millones de referencias a “ébola Tenerife” y fue “tendencia” en Twitter, mientras que todas las portadas nacionales y locales se hacían eco de la noticia.

La periodista de Diario de Avisos Saray Encinoso explicó en este foro cómo este periódico tomó la difícil decisión de no publicar los datos y fotografía del paciente tinerfeño sospechoso de ébola, cuando se manejan a la vez el derecho a la intimidad y el derecho a informar.

“No estábamos preparados”
“Los periódicos no estábamos preparados para casos como estos, no sabíamos qué podíamos publicar o no”, valoró Encinoso, que advirtió de que “sin ética periodística nos vamos a cargar el periodismo”.

Sobre la publicación de los datos personales del paciente tinerfeño, el abogado Luis Navarro precisó lo que dicen la Ley de Protección de Datos y la Ley de Autonomía del Paciente sobre la confidencialidad, la historia clínica, el derecho a la intimidad y a la protección de la identidad. Al respecto, consideró que se vulneraron sus derechos y que podrá presentar acciones legales.

Luis Navarro aclaró que el ébola es una enfermedad de declaración obligatoria, porque prevalece la salud pública, y que la información sobre un paciente se acaba en el momento en que los análisis dan negativo en la enfermedad. Sin embargo, llamó la atención sobre que la malaria no es una enfermedad de declaración obligatoria y no se debió haber facilitado este dato, como alternativa a que el enfermo padecía esta enfermedad y no ébola.

Por su parte, el psicólogo Fernando Galván abordó el miedo y el contagio emocional generado por la incertidumbre. En su opinión, se alarmó a la población, por no haber ofrecido una información clara y concisa, y por un solo portavoz. Y advirtió de que “no se puede hacer prensa amarilla con el ébola”, en que “a peor noticia, mejor”.