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El cambio climático pone en riesgo el agua y la energía en Canarias

   
Las desaladoras cumplen un papel fundamental en el Archipiélago, por lo que su mantenimiento resulta básico a pesar del consumo energético. / DA

Las desaladoras cumplen un papel fundamental en el Archipiélago, por lo que su mantenimiento resulta básico a pesar del consumo energético. / DA

DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife

La energía es un sector transversal que vertebra el resto de los sectores, con incidencia directa en el ciclo del agua y en sectores productivos como la agricultura y el turismo. Por ello, el impacto del cambio climático en el sector energético depende también del impacto en estos otros sectores, debido a las variaciones positivas o negativas asociadas a su demanda energética. Estos cuatro sectores: energía, agua, agricultura y turismo, han sido evaluados en términos de la incidencia que tendrá sobre ellos las variaciones previstas en la temperatura, la precipitación y los cambios en la velocidad y dirección del viento dentro del Proyecto Climatique, que tiene como objetivo principal el intercambio de experiencias institucionales y profesionales en los sectores relacionados con la lucha contra las repercusiones que el cambio climático está generando en las regiones de Canarias y Souss Massa Drâa y está financiado por el Programa de Cooperación Transfronteriza España-Marruecos (Poctefex), que a su vez se nutre del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).

El proyecto, liderado por el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), cuenta con la participación de socios marroquíes, como el Consejo Regional de Souss Massa Drâa, el Servicio Regional de Medio Ambiente de Souss Massa Drâa y la Universidad IbnZohr de Agadir, así como con socios canarios como el Grupo de Observación de la Tierra y la Atmósfera (GOTA), de la Universidad de La Laguna (ULL), y participación de grupos de investigación como el Grupo de Procesado de Imágenes y Teledetección (GPIT), de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

La caracterización de los sectores del agua y la energía en las regiones de Canarias y Souss-Massa-Drâa supone hacer una distinción incluso dentro de cada región acerca de la disponibilidad del recurso. Canarias obtiene el agua que consume en parte a través de la extracción del acuífero, así como mediante la desalación del agua de mar, con porcentajes variables según se trate de las islas occidentales y orientales, en las que la desalación es la única vía de disponer de agua. En la región de Souss-Massa-Drâa la obtención de agua es aún más complicada, limitándose a los periodos pluviales en que se producen las precipitaciones: el primero, en otoño, y el segundo, en invierno. Además, la alternancia de años de alta pluviometría y años secos marca el régimen hidrológico de esta región. En cuanto a la energía, la región de Souss-Massa-Drâa se abastece en gran medida de electricidad transportada desde las centrales térmicas distribuidas por el país y utiliza derivados de combustibles fósiles para la movilidad. El consumo de petróleo y derivados mantiene un crecimiento constante, aunque el uso del carbón ha descendido. En Canarias, la situación es diferente dada la insularidad de cada sistema eléctrico, soportado mediante centrales térmicas. La presencia de energías renovables es mínima en ambas regiones, aun disponiendo de un enorme potencial de aprovechamiento, aunque en el Archipiélago es algo mayor que en Souss-Massa-Drâa. Aun así, la dependencia del exterior es elevada.

Por este motivo, el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos amenazan el suministro de la energía en Canarias y en Marruecos. El tipo de impacto, su gravedad y el momento en que se produzcan estas amenazas no dependerá sólo del cambio climático sino también de la exposición del sector energético de estas regiones a los riesgos y a su habilidad para adaptarse en el momento oportuno. El crecimiento económico y demográfico, así como otros factores, pueden agravar la exposición y aumentar los retos asociados a la adaptación.

El estudio de los modelos climáticos futuros prevé una disminución de las precipitaciones, un aumento de las temperaturas y una mayor proporción en ambos casos de fenómenos extremos como torrencialidad y sequías.

Imagen de las instalaciones del Instituto Tecnológico de Canarias en Pozo Izquierdo (Gran Canaria). / DA

Imagen de las instalaciones del Instituto Tecnológico de Canarias en Pozo Izquierdo (Gran Canaria). / DA

Incrementar la eficiencia, el principal objetivo

DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife

Las estrategias en este sector que contempla el Proyecto Climatique pasan por acciones específicas para cada isla del Archipiélago y para cada zona de la región marroquí acorde a las necesidades y recursos de cada una. No obstante, todas estas acciones tienen en común el incrementar la eficiencia del proceso, bien a nivel energético (reducción de demanda o incorporación de energías renovables), bien a nivel de ahorro de agua, o a nivel medioambiental.

En otras palabras, se puede afirmar que se han contemplado acciones de mitigación, como la promoción del ahorro energético o de la incorporación de energías renovables; adaptación, como las acciones de prevención ante inundaciones, o de carácter híbrido, con aspectos de mitigación y de adaptación, como puede ser la mejora de las actuales redes de distribución.