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Lágrimas y gloria – Por Tomás Cano

   

Hubo un filosofo en la antigüedad que dijo que si escribiésemos todo lo que nos acontece en la vida, podríamos, sin pensar en ello, volvernos también filósofos. Si hacemos un somero repaso al sector aeronáutico en este último año, podemos concluir que ha sido turbulento, pero a pesar de ello compañías como Iberia, en manos de Luis Gallego, ha mejorado de forma importante; Vueling también, bajo el paraguas de IAG, al igual que sigue en expansión gracias a gestores de la talla de Álex Cruz.

Globalia, con su marca estrella AirEuropa, sigue, como decíamos antaño, “viento en popa”, de lo cual me siento orgulloso. Espero y deseo todo lo mejor para estos supervivientes que con mano férrea se mantienen. También compañías de menor tamaño como Evelop, que dirige Emeterio Lorente, se han convertido en una empresa importante, o Privilege, que silenciosamente se ha situado en el sector. Ha habido algunas perdidas, como siempre, pero alguna ha sido porque su gestor está lleno, como dicen los ingleses, de hotair. Yo no espero nada de nadie hace muchos años, porque las personas me han enseñado que la confianza mata más que las balas. Cuando hay tormenta los pajarillos se esconden, pero las águilas vuelan más alto. Este es el caso de estas empresas. Yo tengo una frase para mi vida: “Vive como lo harías para no avergonzarte en el caso que se divulgara lo que haces”.